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Miércoles 10 de septiembre de 2025

“El panorama para el comercio local es sombrío”

En el 5° Congreso Nacional de Industrias Tecnológicas, José Luis "Gigi" Iglesias, presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, no anduvo con rodeos. El avance tecnológico es una oportunidad, pero el comercio fueguino debe ajustarse con urgencia a un nuevo modelo de negocio para evitar un colapso.

RIO GRANDE.- La ciudad norte de la provincia se encuentra en un punto de inflexión, y el panorama se vive con una mezcla de nerviosismo y pragmatismo. La apertura del 5° Congreso Nacional de Industrias Tecnológicas fue el escenario donde José Luis Iglesias, cabeza de la Cámara de Comercio de la ciudad, puso los puntos sobre las íes. “La inteligencia artificial ya es una herramienta diaria para los más jóvenes; si no la incorporamos, nos quedamos atrás”, sentenció, en un claro llamado a la acción para un sector que enfrenta “un cambio de modelo sin tiempo que perder”.

Iglesias, conocido por su franqueza, describió un tablero económico complicado. El consumo sigue débil, los costos inestables y la logística es un dolor de cabeza constante. Ante este escenario, la receta para la supervivencia es clara: menos stock, más ventas digitales y una logística ajustada al milímetro. “No se puede pretender los mismos resultados con modelos viejos”, afirmó, y señaló que los negocios están forzados a reducir inventarios y ser más eficientes para no ser devorados por los costos.

El presidente de la CCIP no solo se refirió a la economía, sino que también tocó un punto sensible para la vida en la ciudad: la paz social. Pidió evitar los bloqueos y protestas que interrumpen la circulación, argumentando que sin un funcionamiento ordenado de la ciudad, el comercio no puede sostener los puestos de trabajo. “En Río Grande somos frontales: peñas y fiestas sí; la interrupción permanente, no”, fue su mensaje, un claro pedido a encontrar otras formas de protesta que no afecten la actividad económica.

El fin de los aranceles, una posibilidad que se vislumbra en el horizonte, es otro fantasma que inquieta al sector. Iglesias reconoció que es “complejo” y urgió a trabajar desde ya en herramientas de amortiguación para el shock. Mencionó la necesidad de acelerar proyectos demorados como el “puerto seco”, que lleva doce años en espera, y destacó el potencial de iniciativas como la salmonicultura, un sector en el que “el mundo avanza, acá no termina de habilitarse; no decidir también es una mala decisión”.

La visión de Iglesias es doble ya que por un lado, la tecnología como motor de cambio y, por el otro, la necesidad de una reconversión urgente. El mensaje es claro: “la queja no es suficiente; es el momento de actuar.”