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USHUAIA.- El vuelto millonario en la provincia más austral saltó la térmica y puso el ojo de la tormenta sobre la administración fueguina. El Estado provincial desembolsó la friolera de más de $2,2 millones de pesos para adquirir un kit forestal completo, un equipo que, en la calle, se consigue por menos de $700.000. Esta diferencia abismal —lo que alcanzaría para equipar a tres brigadistas solo alcanza apenas para uno— generó un terremoto en la Jefatura de Compras.
La Jefa de Compras, en el centro de la escena
Las sospechas apuntan directo al corazón del conflicto de intereses. La jefa de Compras provincial, Gisela Rita Casimiliano, aparece señalada por presuntamente diseñar licitaciones a medida para beneficiar a su pareja, Ariel Alejandro Valdez. Valdez, un hombre con fuerte anclaje en el ámbito castrense y con cierto prontuario por hechos durante su paso por el Estado Mayor de la Armada.
La mancha de la sospecha se hizo pública a partir de un documento oficial que levantó polvareda, presentado por la firma Inforest S.R.L. El presupuesto detalla cifras que no cierran por ningún lado al contrastarlas con la realidad del mercado, dejando en offside a los funcionarios responsables.
Los números quitan el aliento:
Una campera forestal cotizada a $700.000, cuando su valor de góndola no supera los $399.720.
El pantalón, vendido en el mercado en un set completo con la campera por $663.570, pero presupuestado aparte entre $300.000 y $390.000.
Las botas, que se consiguen a valores que rondan entre $350.000 y $400.000, fueron facturadas a $650.000.
El casco Sicor, disponible a $300.000 o $350.000, se tasó en $550.000.
Si bien todas las miradas están puestas en Casimiliano, las esquirlas de la investigación salpican también a la Ministra de Producción, quien deberá dar la cara para explicar por qué convalidó montos tan desorbitados y alejados de la cancha del mercado. Se espera que el tema se cuele en la agenda legislativa provincial en los próximos días.
