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Domingo 21 de diciembre de 2025

Presencia fueguina en el festival de cine más importante de Latino América

El actor de Tierra del Fuego, Javier Giménez Filpe, afianza su trayectoria artística con un papel protagónico en El hombre de la Luna, la ópera prima del cineasta Rodrigo Pérez Green, que logró ingresar a la sección oficial del festival de cine más importante de Latinoamérica.

BUENOS AIRES.- El intérprete fueguino Javier Giménez Filpe dio un paso firme en su carrera cinematográfica ascendente gracias a su participación en El hombre de la Luna, el primer largometraje del director Rodrigo Pérez Green. La cinta se destacó al ser seleccionada para la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, el evento cúspide del séptimo arte en la región.

La producción, cuyos papeles centrales están a cargo de Manuel y Rodrigo de la Serna, presenta una travesía íntima y melancólica por los territorios de la aflicción, la pérdida y la incapacidad de sanar cuando el pasado se rehúsa a ceder. Filmada íntegramente en un hospital geriátrico de la Ciudad de Buenos Aires, la película ahonda con rigor y delicadeza en las fronteras de la razón y la fragilidad del espíritu.

En este universo complejo, Giménez Filpe encarna a un enfermero que acompaña el proceso terapéutico del personaje principal. El director explicó: “El rol de Javier debía aportar a la película la representación del hospital como entidad, pero además de eso, él lo humanizó de tal manera que se percibe a ese trabajador de la salud que llega agotado al nosocomio, que conoce a los pacientes y sabe cómo manejarlos. Por eso su trabajo es muy valioso, porque no solo se ve a un enfermero, sino también a una persona común que trabaja en este sistema de salud tan complejo, y considera que, con su laburo, le inyecta mucha vida y mucha honestidad”.

Su personaje es de gesto resuelto y práctica metódica, y expone, desde su propia óptica, las vicisitudes que se viven en los establecimientos psiquiátricos. Su actuación, sobria y certera, consigue generar una tensión que recorre todo el relato.

“Mi personaje es parte de la dinámica institucional y su aparente frialdad no es maldad, sino empatía. Él sabe cómo manejarse con los pacientes y cómo tratarlos para poder protegerlos de sí mismos. En ese gesto contenido hay algo profundamente humano, aunque resulte doloroso de ver”, manifestó el actor oriundo de Tierra del Fuego, quien ya había cosechado elogios por su actuación en Vrutos, la gran ganadora de la 25° edición del BAFICI.

Filmada con un equipo técnico reducido y una estética que combina el realismo descarnado con la poesía visual, Rodrigo Pérez Green logra con El hombre de la Luna construir un clima tan sutil como inquietante.

Rodrigo Pérez Green afirmó: “Trabajar con Rodrigo y Manuel fue un lujo. Tener la distinción de que esta sea la primera película en la que actúan juntos fue muy significativo. A veces, por la vorágine del trabajo y la filmación, uno no llega a tomar conciencia de lo relevante que fue ese momento, incluso para ellos. Recuerdo el abrazo que se dieron, muy conmovidos, luego de la primera escena que compartieron”.

“Manuel y Rodrigo tienen una química magnética, y Javier suma una presencia que genera incomodidad ya la vez emociona. Su personaje no ofrece explicaciones, simplemente exhibe. Y en ese silencio se encuentra toda la verdad”, agregó Pérez Green.

El director también detalló: “Trabajar con Javier fue bastante sencillo porque él comprendió desde el primer instante lo que el papel y la película requerían. Nosotros en la película hicimos mucho hincapié en la verosimilitud, un punto que él alcanzó a la perfección. Él construyó un enfermero que es más un ser humano que un trabajador de la salud; alguien que establece límites a los pacientes, pero que es ante todo una persona. En la pantalla se ve un trabajador de la salud de un hospital público argentino, muy distinto al enfermero estandarizado de las series de hospitales de Hollywood”.

El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se llevó a cabo entre el 6 y el 16 de noviembre, y en esa gran reunión del séptimo arte, Rodrigo Pérez Green abrió paso en la sección oficial de largometrajes nacionales, sobresaliendo entre una multitud de propuestas que abrazan la pantalla con vehemencia y sentimiento. Lo hizo con su ópera prima, El hombre de la Luna, ubicándose junto a los directores más destacados de Latinoamérica.

Para Javier Giménez Filpe, este nuevo logro representa no solo una sólida confirmación artística, sino también una reafirmación de su capacidad y su vocación por la actuación. Siempre al servicio de historias que cuestionan lo establecido y visibilizan aspectos que el mundo muchas veces prefiere obviar.

“Estoy muy agradecido con el Rodrigo (el director), él confió en mi trabajo desde el minuto cero y me dio la libertad de poder ir un poco más allá de lo que estaba escrito, me parece un crack incluir tu ópera prima en Mar del Plata, no lo hace cualquiera. Ojalá me convoque para la próxima película para seguir aprendiendo de él”, manifestó el actor.

“Uno siempre anhela llegar a estas instancias. Participar en una película con los hermanos De la Serna es un flash, pero lo más valioso es cuando sentís que no estás solo en ese camino, cuando miras hacia atrás y ves que tu familia, tus amigos, tus afectos estuvieron ahí”, resumió el actor. Lo hizo con la serenidad de quien convierte cada paso en una ratificación de su pasión, sin desatender sus orígenes ni el lugar de donde proviene, recordando siempre el motor que lo impulsa a continuar.