RIO GRANDE.- En el marco de los festejos por el 9 de julio, el legislador Matías Lapadula (Provincia Grande) brindó un balance de la Ley 1540, la normativa recientemente aprobada por la Legislatura para inyectar recursos extraordinarios en la Obra Social del Estado Fueguino (Osef). Aunque reivindicó la votación como una medida urgente y consensuada, lanzó una dura advertencia sobre su futuro.
Lapadula enfatizó que el texto final de la ley fue fruto de una importante participación de todos los bloques legislativos, con “aportes, observaciones” y el retiro de puntos conflictivos. Recalcó que se logró eliminar la catalogación de la ley como “de emergencia”, ya que consideraba que esta figura, en un contexto de “descontrol y mal manejo de fondos” en la Osef, solo acortaría tiempos administrativos y de contratación, yendo “al contrario de lo que había que hacer” para mejorar la gestión.
El representante de Provincia Grande en la Legislatura explicó que, ante la necesidad de más recursos para la Osef, se acordó eliminar la previsión de financiamiento que “tocaba el bolsillo de los trabajadores”. Argumentó que, en el contexto económico actual, “cada peso al laburante le significa algo”, por lo que no era el momento de aplicar nuevos descuentos. En su lugar, se optó por “hacer un esfuerzo desde otros lugares para aportar ese financiamiento”.
Lapadula también se refirió al intento de recurrir a fondos municipales, una propuesta a la que se opuso “rotundamente”. Celebró que esta opción fuera retirada, ya que los municipios se encuentran en una “situación muy compleja” como para tener que aportar a una problemática que, en gran parte, atribuye a un “mal manejo por parte del gobierno”.
Para concluir, el legislador destacó la incorporación de “cuestiones que tienen que ver con la administración, con la transparencia, con las formas de contratación y de compra de medicamentos”. Estas herramientas, según Lapadula, estarán a disposición del directorio de la OSEF para “mejorar la gestión y ser eficiente”.
No obstante, reiteró su postura crítica al recalcar que “siempre dije que había un problema serio de gestión y de administración y lo sostengo”. Y lanzó la advertencia final: “Ahora si no se corrigen y seguimos haciendo lo mismo, la verdad que este proyecto, por más buenas intenciones que tuvo, por más aporte que hemos hecho desde todos los bloques, no va a servir para dar una solución definitiva a la Osef”. La ley es un alivio temporal, pero la responsabilidad de un cambio estructural recae en la administración de la obra social.