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RIO GRANDE.- El Rotary Club Río Grande vivió una de sus jornadas más emotivas del año con la realización del encuentro anual de intercambio estudiantil, un evento que se ha consolidado como un pilar fundamental en la agenda de la institución. La actividad, que tuvo lugar en las instalaciones de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), fue diseñada como una plataforma para que los jóvenes fueran los protagonistas y pudieran compartir, en sus propias palabras, sus historias, aprendizajes y desafíos vividos durante su experiencia.
La jornada estuvo encabezada por el presidente del Rotary Club Río Grande, Carlos Clark, y contó con la presencia de distintos integrantes rotarios. En un breve pero significativo discurso, Clark señaló que “el programa de intercambio es el alma de Rotary. No se trata solo de un viaje, sino de una inmersión total en una nueva cultura, en un nuevo idioma, en una nueva forma de ver el mundo. Hoy celebramos el coraje de estos jóvenes y la generosidad de las familias que los reciben”.
Historias de regreso: una valija de recuerdos y crecimiento personal
La primera parte de la tarde se dedicó a los intercambistas que han regresado a Río Grande después de vivir casi un año en el extranjero. Con la ayuda de diapositivas y videos, Aimé Gutiérrez compartió sus recuerdos de Bélgica, destacando la riqueza cultural y los desafíos de vivir en un país con tres idiomas oficiales. Por su parte, Valentina Ulloa narró su adaptación en Alemania, donde subrayó la importancia de la puntualidad y la disciplina, así como la calidez de su familia anfitriona.
Agustina Sancho y Paloma Miño, quienes vivieron su intercambio en Canadá, resaltaron la hospitalidad de sus familias y el impresionante paisaje del país. “Fue una experiencia que te cambia la vida por completo”, comentó Valentina. “Aprendes a ser mucho más independiente y a valorar las pequeñas cosas. Extraño mucho a mi familia en Alemania, pero estoy muy feliz de haber vuelto y poder compartir esto con todos”.
Testimonios conmovedores: despedidas y nuevos comienzos
La jornada continuó con los testimonios de los jóvenes extranjeros que pronto se despedirán de la ciudad. Con lágrimas en los ojos, la brasileña Juliana Do Amaral relató cómo Río Grande se convirtió en su segundo hogar. “Cuando llegué, no sabía si me iba a gustar tanto. Pero las familias, la gente del club, mis amigos de la escuela… todos me hicieron sentir como en casa. Me llevo el mejor recuerdo de la gente de acá”, expresó con la voz quebrada.
Un momento particularmente especial fue la visita inesperada de la francesa Salomé Aubri, una “Rotex” que estuvo en Río Grande entre 2017 y 2018 y que decidió regresar al lugar que considera “su segunda casa”. “Es increíble volver y ver a la gente que me recibió. La familia rotaria es para siempre”, manifestó.
Para cerrar esta parte del evento, se dio la bienvenida a la nueva camada de postulantes para el período 2026-2027. Delfina Núñez, Amelí Gea, Morena Collins y Juliana Sancho se presentaron ante el público y se mostraron entusiasmadas con la posibilidad de vivir esta aventura.
Un programa que construye puentes y futuros
Alejandro Ascar, oficial del programa de intercambio del Rotary Club, explicó el arduo proceso que les espera a las postulantes, un camino de tres meses que incluye la preparación de la documentación y un acompañamiento constante. “Es un compromiso muy grande, no solo para ellas, sino también para sus familias, porque somos todos parte de la experiencia”, señaló Ascar, quien además destacó el hecho de que, por primera vez, se incluyeran postulantes de Ushuaia y Tolhuin. “Esto habla de la expansión del programa y del interés que genera en toda la provincia”, agregó.
El Programa de Intercambio de Rotary, más allá de la experiencia individual, tiene una misión global: promover la paz y la buena voluntad. Se basa en el principio de la reciprocidad, donde las familias de Río Grande no solo envían a sus hijos al extranjero, sino que se comprometen a recibir a jóvenes de otros países, generando un vínculo que perdura en el tiempo. El encuentro concluyó con un brindis y la promesa de que el programa seguirá creciendo, llevando el nombre de la provincia de Tierra del Fuego a cada rincón del planeta.
