Rio Grande: 0°
2° / 2° - Cielo claro
1° / 1° - Muy nuboso
RIO GRANDE.- Con una jornada que desbordó de alegría y participación, el Comedor de María, un referente de la asistencia social en la margen sur, celebró el cierre del “Mes de las Infancias” con una gran fiesta.
El evento se llevó a cabo en las instalaciones del Club Social y Cultural “Jorge Bergoglio”, ubicado en calle Minkyol 75 del barrio CAP, y fue el resultado de un trabajo coordinado entre diversas organizaciones que se unieron para regalar una tarde inolvidable a la comunidad.
La iniciativa, impulsada principalmente por María González del Comedor de María, contó con el acompañamiento fundamental de los responsables del club Padre Jorge Bergoglio y de los integrantes del MSP (Movimiento de Solidaridad Popular). Desde la organización, se estimó que la convocatoria superó las 500 personas, una cifra que superó todas las expectativas iniciales. La masiva concurrencia, en su mayoría familias completas, fue un reflejo de la necesidad de espacios de encuentro y recreación en la zona. “Nos sorprendió la cantidad, la convocatoria fue muy buena y eso hizo que llegara cada uno de los vecinos de la margen”, comentaron los organizadores.
La programación estuvo pensada para la diversión de los más chicos, con una amplia variedad de actividades y atracciones. Se dispusieron alrededor de ocho estaciones de juegos de destreza, que incluyeron desafíos para trepar, lanzar dados, carreras y juegos de botella. Además, los infantes disfrutaron de inflables, un espectáculo de títeres aportado por el área de Cultura del Municipio de Río Grande y juegos deportivos.
El objetivo principal era que cada niño se llevara un obsequio a casa, por lo que cada juego tenía un premio garantizado. A esto se sumó un sorteo con 60 juguetes, asegurando que un gran número de asistentes tuvieran la posibilidad de ganar.
Para garantizar que nadie se fuera con el estómago vacío, el evento contó con un banquete generoso. El equipo del Comedor de María, con una notable dedicación, preparó una gran cantidad de pastafrola, bizcochuelos y una deliciosa focaccia que fue muy celebrada. A su vez, el Movimiento de Solidaridad Popular aportó pochoclos y gaseosas, mientras que el club Padre Jorge Bergoglio contribuyó con los clásicos choripanes. “Cada espacio puso lo suyo”, señalaron los organizadores, destacando el espíritu de colaboración que hizo posible la fiesta.
La comunidad y el sector público también jugaron un rol crucial. En tanto el Municipio de Río Grande colaboró con una torta, el sistema de sonido y la presencia de personal de distintas áreas, incluyendo un show de títeres.
Además, la colaboración de los comercios locales y de la comunidad en general fue indispensable para la realización del evento. “Para que podamos hacer este evento necesitamos de ellos, sino, no se podría hacer”, agradecieron los organizadores, subrayando que la solidaridad fue el motor detrás del éxito de la jornada. Pese a que la publicidad fue mínima y se basó en el “boca a boca”, la convocatoria fue tan grande que en un momento el gimnasio se vio totalmente colmado.
De cara al futuro, el MSP ya adelantó que continuarán con su labor social en pos de darle a la comunidad un nuevo espacio para actividades sociales y culturales.
