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Domingo 21 de diciembre de 2025

Brasil refrenda con un mapa, el histórico reclamo de soberanía argentina

Una publicación oficial del organismo de estadística brasileño incluyó formalmente al archipiélago del Atlántico Sur como parte del territorio nacional, en un gesto considerado un espaldarazo diplomático a Buenos Aires.

BUENOS AIRES.- Desde Buenos Aires, se destaca un hecho significativo en materia geopolítica. El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) dio a conocer un mapa mundial que contiene una particularidad notable. En la gráfica, las Islas Malvinas están representadas como una extensión territorial de la Argentina. Esta determinación del gobierno vecino se diferencia de la postura de la administración británica y es interpretada como un fuerte espaldarazo a la reivindicación de soberanía que sostiene la República Argentina.

La última edición del Atlas Geográfico Escolar del IBGE ilustra que el sector que abarca las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, luce con la misma coloración que el resto del mapa continental argentino. Es importante mencionar que, de manera similar a su 9ª edición, el atlas incluye otra innovación cartográfica. Brasil se muestra situado en el centro de la proyección, modificando el esquema tradicional.

En el ámbito de las publicaciones oficiales, la ubicación geográfica de los planos y la delimitación de las fronteras son consideraciones que traen aparejado un contenido político, cultural y diplomático. Estas representaciones suelen reflejar la posición que el país adopta ante temas de interés internacional.

En lo que respecta a la postura argentina, la inclusión de los archipiélagos en los documentos cartográficos nacionales es habitual. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) elabora de forma periódica cartas topográficas y satelitales que las conciben como parte integral del territorio.

Esto se difunde como un elemento más de la disputa histórica. En sintonía con esta política, la Cancillería argentina instó a inicios de año a la reanudación de las conversaciones con el Reino Unido. Dicho reclamo de soberanía se acompañó con un cuestionamiento a la exploración y explotación de recursos naturales en los espacios marítimos circundantes. El comunicado se emitió al cumplirse 192 años de la ocupación militar británica del Atlántico Sur.

En aquella ocasión, el ministerio de Relaciones Exteriores manifestó nuevamente su voluntad de retomar las negociaciones bilaterales. El propósito es hallar una solución pacífica a esta disputa territorial y poner fin a la situación colonial. Tal postura se alinea con lo establecido por las resoluciones emitidas por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Por su parte, el entonces canciller Gerardo Werthein declaró su aspiración a mantener una relación productiva con el Reino Unido. Esta relación debía contemplar un diálogo sustantivo que incluyera las negociaciones por soberanía, además de todos los demás puntos de interés mutuo. El funcionario agregó una queja formal. La misma se centró en la exploración de hidrocarburos en los mares que rodean Malvinas y también en la explotación pesquera, actividad que es el sustento económico principal de los habitantes isleños.

El canciller consideró que estas actividades vulneran las resoluciones de las Naciones Unidas y han provocado la preocupación y el rechazo de la comunidad internacional.