En este nuevo aniversario de la Declaración de la Independencia argentina, la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) se suma al homenaje colectivo a quienes, el 9 de julio de 1816, reunidos en Tucumán, proclamaron la voluntad de los pueblos del sur de ser libres y soberanos.
La independencia fue mucho más que la ruptura formal con la metrópoli colonial: fue el acto de fe de un pueblo que comenzaba a pensarse a sí mismo como Nación. Belgrano y San Martín no sólo fueron hombres de armas, sino verdaderos visionarios del desarrollo. El primero impulsó la educación técnica y el comercio como pilares del bienestar colectivo; el segundo comprendió que sin unidad política ni soberanía económica no habría libertad duradera.

Aquel ideario resurgió más de un siglo después, cuando el Estado argentino decidió crear una universidad para los trabajadores, destinada a formar profesionales capaces de industrializar el país, modernizar su infraestructura y garantizar la justicia social a través del conocimiento aplicado.
La Universidad Tecnológica Nacional nació con ese mandato. Y en cada Facultad Regional, desde Ushuaia hasta La Quiaca, ese compromiso se renueva día a día con cada estudiante que ingresa, con cada proyecto que vincula ciencia con producción, con cada ingeniera e ingeniero que egresa para transformar su comunidad.
La independencia también se defiende en las aulas, en los laboratorios, en las usinas y en las fábricas. Así lo entendieron figuras como el general Enrique Mosconi, ingeniero militar que fundó YPF para asegurar el control nacional de los recursos energéticos, y así lo practican hoy quienes, desde la formación tecnológica, imaginan un país soberano, inclusivo y desarrollado.
“La verdadera independencia no se declama, se organiza”
Desde la UTN Facultad Regional Tierra del Fuego, reafirmamos en este 9 de julio nuestro compromiso con la educación pública, la innovación al servicio del bien común y la construcción de una Argentina que piense con cabeza propia, que produzca con manos propias y que sueñe con dignidad colectiva.
Porque la independencia se conquista todos los días, con decisión política, con pensamiento estratégico y con ingeniería comprometida con el pueblo.