RIO GRANDE.- La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) emitió una contundente advertencia al Gobierno nacional el 6 de julio de 2025. El sindicato exige la suspensión o prórroga del segundo tramo del decreto que reduce los aranceles a la importación de productos electrónicos. Si esta demanda no se cumple en un plazo de 30 días hábiles, la UOM tomará medidas de fuerza en Tierra del Fuego, buscando proteger los puestos de trabajo de la industria local. Este ultimátum surge tras una reunión en Ushuaia, donde representantes sindicales, cámaras empresariales y autoridades analizaron las graves consecuencias de la desregulación para el sector electrónico fueguino.
El reclamo de la UOM, liderada a nivel nacional por Abel Furlán, apunta directamente a frenar el avance de la normativa que establece la baja gradual de aranceles externos. Según el gremio, esta medida amenaza la producción nacional y los empleos en la isla. Marcos Linares, secretario adjunto de la seccional Río Grande, señaló que, aunque no todas las empresas estuvieron presentes en el encuentro, los funcionarios asistentes se comprometieron a evaluar alternativas para sostener la actividad industrial.
La competitividad en juego
Pese al firme pedido de suspender el decreto, la respuesta oficial fue negativa. Sin embargo, el Gobierno nacional está analizando la posibilidad de prorrogar su aplicación por seis meses. Linares considera que esta prórroga sería insuficiente para evitar el daño al sector, particularmente en la producción de celulares de gama baja y media. Estos productos, según el sindicalista, quedarían en una clara desventaja frente a los importados, que son más económicos y se fabrican a gran escala en mercados externos.
“La producción local no puede competir en esas condiciones. Si no hay una solución concreta, tomaremos decisiones para defender los puestos de trabajo. No descartamos ninguna medida”, advirtió Linares en declaraciones al portal Mundo Gremial. El dirigente sindical también criticó duramente la percibida falta de compromiso del Ejecutivo con el desarrollo industrial. “Nunca se nombró la palabra industria. Se desregula todo: calzado, vestimenta, automotriz, maquinaria agrícola. La nuestra está en la mira”, afirmó, reflejando la profunda preocupación del sector.
Linares agregó que algunas empresas ya están evaluando abandonar la producción en Tierra del Fuego para concentrarse únicamente en la importación directa. “Si la producción deja de ser viable, los únicos sin futuro somos los trabajadores”, alertó.
Este conflicto se enmarca en un contexto de reciente tregua entre el sector sindical y las empresas. A fines de mayo, la UOM y la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE) firmaron un acuerdo que garantizó la continuidad laboral hasta el 31 de diciembre de 2025. Ese entendimiento surgió de un paro por tiempo indeterminado, motivado por la misma inquietud: la apertura del mercado a productos importados. El acuerdo también incluyó la creación de una mesa de trabajo entre empresarios y trabajadores, con la participación de los gobiernos nacional y provincial, con el objetivo de diseñar estrategias que mejoren la competitividad del sector de cara a enero de 2026, fecha en la que los aranceles para la importación de celulares podrían llegar a cero. La UOM, ahora, eleva el tono ante lo que considera la inacción gubernamental.