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“El gobierno de Melella vive en Narnia”

El concejal (mc), abogado y contador Paulino Rossi criticó duramente la gestión del gobernador Gustavo Melella, asegurando que el gobierno provincial opera en una "realidad paralela" y se encuentra en una clara "retirada". Rossi denunció un despilfarro de fondos públicos en Ushuaia a través de una alianza con el gobierno provincial, mientras persisten graves problemas en energía, educación y salud para los fueguinos.

USHUAIA.- En una entrevista que brindó a Radio Provincia de Ushuaia, el concejal (mc), abogado y contador Paulino Rossi arremetió con dureza contra la actual gestión del gobierno provincial liderado por el gobernador Gustavo Melella. Rossi recordó que, en su rol, presentó una denuncia contra la reforma constitucional impulsada por el Ejecutivo, y si bien señaló que algunas cuestiones no se presentaron como debían, el tema de la reforma persiste en la agenda.

Rossi no titubeó al afirmar que “los que nos gobiernan viven en Narnia”. Hizo hincapié en el “despilfarro de fondos” que, según él, se evidencia en Ushuaia. “Si vos ves el despilfarro de fondos que hacen en Ushuaia, que no está mal que vengan artistas, pero cuando la ciudad está intransitable y explotada, a gastar millones en hacer este tipo de espectáculos, o un gobernador que ahora de vuelta viene con el tema del cuento chino, insisto, yo creo que en algún despacho hay un león enjaulado y algún ropero donde se mete, definitivamente hay una realidad paralela a lo que viven todos los vecinos de la provincia”.

El exconcejal insistió en la estrecha relación entre los gastos de la Municipalidad de Ushuaia y el Gobierno Provincial, citando una “alianza política” evidente. Destacó que Ushuaia puede permitirse “este tipo de lujo” gracias a un financiamiento provincial de más de 4 mil millones de pesos, un monto que, paradójicamente, era el necesario para comenzar a reparar la turbina de la ciudad, un “problema energético gravísimo” que afecta a la provincia. Rossi lamentó que, con las prioridades “totalmente trastornadas e invertidas” en Tierra del Fuego, se “despilfarren fondos de esta manera y sin ningún tipo de ocultamiento”.

Desde una perspectiva periodística y profesional, Rossi manifestó su incomprensión ante la apertura constante de nuevos frentes cuando existen tantos problemas sin resolver. Cuestionó la relevancia de la reforma, sugiriendo que “no debe haber ni 100 personas que le importe”. Afirmó que el gobierno de Melella es un “gobierno en retirada” porque “no puede solucionar absolutamente nada”, y se prevé que los problemas como la falta de energía, clases y salud, así como el mal estado de la red vial en las ciudades, solo se agravarán.

Según Rossi, la única forma de mantener a la “tropa” o militancia oficialista es mediante el “pago de favores políticos” y la expectativa de una posible reelección del gobernador, lo que aglutinaría a quienes dependen del Estado. Denunció el ingreso de unas 6.000 personas al Estado Provincial durante la gestión de Melella, además de “miles que tienen contratados en negro” para tareas esenciales como la limpieza de escuelas, con remuneraciones ínfimas.

La “necesidad imperiosa de la reforma” sería una estrategia para mantener una gestión “medianamente alineada”, pero Rossi considera que el gobierno no tiene gabinete. “Se te renuncia el Ministro de Energía, que es el área más sensible y vale a todo lo de Castillo”. Afirmó que los fracasos se atribuyen a Castillo, quien, aunque “agarra cualquier cosa y no soluciona nada, por lo menos pone la cara”. Esto, según Rossi, ha diluido al resto del gabinete, con ministros “jugando a las escondidas para sobrevivir”.

El problema, para Rossi, es que “los problemas de la gente no se solucionan ni se van a solucionar”. La reforma es usada como “zanahoria” para motivar al núcleo duro, a pesar de que el fracaso de esta gestión es “evidente” y se verá “una muestra rotunda en octubre” en las elecciones intermedias.

En Río Grande, Rossi percibe una “apatía” generalizada en la sociedad, sin expectativas de mejora por parte del gobierno. Esto podría llevar a una muy baja participación en las próximas elecciones en Tierra del Fuego. Señaló que el gran frente electoral de la última elección está “totalmente cuarteado”, con un escenario electoral que se reacomodará ante el descontento.