VATICANO.- Frente a miles de fieles y con millones de personas siguiendo la transmisión en todo el mundo, el Sumo Pontífice elevó un mensaje contundente a los líderes internacionales: “Detengan la tragedia de la guerra antes de que se convierta en un abismo irreparable”.
“Hoy más que nunca, la humanidad clama e invoca la paz: es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto”, expresó el Papa, en una clara advertencia al rumbo que ha tomado la situación en Medio Oriente.
El sucesor de Francisco se mostró profundamente preocupado por las consecuencias humanitarias del conflicto y pidió evitar un desastre aún mayor. “La guerra no resuelve los problemas, los amplifica. Provoca heridas profundas en la historia de los pueblos, heridas que requieren generaciones para sanar”, sostuvo desde el balcón del Vaticano.
León XIV concluyó su mensaje con un llamado directo a la comunidad internacional: “Que la diplomacia silencie las armas”. Con esas palabras, instó a los principales actores del conflicto a recuperar los canales de diálogo y evitar una escalada que, según advirtió, podría volverse irreversible.
En un contexto mundial cada vez más tenso, la voz del Papa se suma a los numerosos reclamos de organismos internacionales, líderes políticos y religiosos que piden una solución pacífica y urgente para una crisis que ya amenaza con desbordarse.