Alejandro Vinazza
Docente de la Facultad Regional Tierra del Fuego
Integrante del Centro de Estudios UTN Antártida Argentina “UTNAA”
PANORAMA Antártida e industria naval
06/07/2020. El 25 de junio pasado salió a la luz, en medios de comunicación específicos marítimos, la noticia que el Ministerio de Defensa tendría intenciones de adquirir, por una suma cercana a los U$D 2 Millones, el buque polar “Aurora Australis”
El 25 de junio pasado salió a la luz, en medios de comunicación específicos marítimos, la noticia que el Ministerio de Defensa tendría intenciones de adquirir, por una suma cercana a los U$D 2 Millones, el buque polar “Aurora Australis” propiedad de la Empresa “P&O Maritime”, el cual se encuentra en la actualidad en Tansmania - Australia en estado operativo de uso.
Es indudable que la Argentina necesita buques con capacidades específicas de operar en aguas antárticas (polares), que puedan trabajar junto al rompehielos A.R.A. Almirante Irizar y que estén a tono con la necesidad logística de las campañas que año a año se desarrollan en el continente blanco. Es el criterio rector con que, acertadamente y también desempeñándose como Ministro de Defensa el Ingeniero Rossi, se adquirieron remolcadores rusos que lograron modernizar la flota que la Armada operaba en la patrulla antártica, tanto como en el litoral marítimo.
Un antecedente más lejano pero de importancia relevante, fue la construcción, a inicios de la década de 1980, del Buque polar A.R.A. Bahía Paraíso, llevada a cabo en los Astilleros Principe, Menghi y Penco, hoy desgraciadamente cerrados. Esta industria (gran generadora de industrias subsidiarias) ha mermado su producción desde hace tiempo, hasta su casi extinción. Sólo unos pocos astilleros y talleres mantienen a flote esta industria a base de esfuerzo y compromiso.
Como dato anecdótico pero fuertemente relacionado con lo expresado anteriormente, la UTN Facultad Regional Buenos Aires, en el año 2019, fue premiada internacionalmente por la Sociedad de Arquitectos e Ingenieros Navales (SNAME, en inglés), por el diseño de un buque polar, capaz de operar en complemento con el Rompehielos Irizar. Este proyecto fue nutrido de los requerimientos logísticos de la Armada. Como novedad incluye la posible utilización de GNL como combustible, el cual es menos costoso y contaminante.
La Agencia TSS consultó en esa oportunidad al Ing. Alvarez, director del Departamento de Ingeniería Naval de la UTN FRBA, acerca de la posibilidad de construir el buque en Argentina, ante lo cual respondió: "Hace casi 40 años hicimos uno, así que tranquilamente se podría hacer hoy. Por supuesto que no es fácil, pero el ARA Almirante Irizar se hizo casi de nuevo en la Argentina. Podemos discutir si se cumplieron los plazos y demás, pero se hizo. Yo soy optimista, he trabajado en la industria naval y he visto cómo se hacían buques, no creo que nos hayamos olvidado".
Hoy, nuevamente, la discusión se centra en la necesidad de adquirir un buque de capacidad polar. Está claro que, en este caso, es imperativo satisfacer requerimientos operativos urgentes en el sector antártico argentino. No hay virtualmente tiempo sino para una adquisición inmediata, de un buque a incorporar con premura a la próxima campaña antártica. El tema es indagar, paralelamente, en la posibilidad de volver a construir buques en el país. Entre ellos, buques polares y de investigación. Desde la UTN FRTDF, y específicamente desde el Centro de Estudios UTN Antártida, deseamos enfatizar la necesidad de volver a contar con una industria naval nacional, capaz de satisfacer no solo los requerimientos de organismos oficiales argentinos, sino también de empresas navieras nacionales.
Es de entender que el reto es grande, pero un adecuado marco normativo, junto al apoyo y compromiso político, pueden darle impulso a este sector industrial naval, que es indudablemente uno de los ejes que materializan la visión de los intereses marítimos nacionales.