USHUAIA- Los trineos tirados por perros, una actividad milenaria en regiones del hemisferio norte como Alaska, Escandinavia o Siberia, tienen presencia en el sur de Argentina, hasta donde llegan turistas atraídos por los simpáticos e imponentes huskies, raza canina que se caracteriza por su inagotable capacidad de correr.
En el centro invernal Las Cotorras, en las afueras de la ciudad de Ushuaia, a 3.112 kilómetros al sur de Buenos Aires, se encuentra el criadero "Siberianos de Fuego", cuyo responsable, Hugo Flores, explicó los detalles de su labor diaria.
"Desarrollamos la actividad copiando lo que hicieron los pueblos originarios, los que diseñaron la actividad como medio de transporte y para poder sobrevivir, porque ellos cazaban y con sus trineos eran recolectores", dijo el hombre.
Flores tiene a su cargo un grupo de 136 perros de la raza husky, tanto en su versión alaskana como siberiana.
Cada uno de ellos cuenta con una caseta propia, a metros de un cartel que da la bienvenida a los turistas bajo la leyenda: "Siberianos de Fuego. Ushuaia. Fin del Mundo".
La actividad en la que Flores tiene una experiencia de más de dos décadas, evoca a los perros polares del sur de Argentina, una raza ya extinta, pero de la que se guardan imborrables recuerdos por sus patrullajes y rescates en la Antártida.
"Acá, en Siberianos de Fuego, somos los únicos que estamos transmitiendo y valorizando esta actividad que tuvieron los perros polares en la Antártida", enfatizó el hombre.
Flores remarcó que en el lugar "no se entrenan perros, seguimos la motivación del instinto de estos animales, que es correr y tirar. Están siempre avanzando y el entrenamiento es un juego, con la mamá y sus cachorros yendo al valle a correr".
Los turistas que llegan al lugar acceden a paseos de cinco trineos, que llevan grupos de hasta 10 personas.
"El tour dura entre 20 a 25 minutos, es una experiencia de vida y la gran foto que lo va a acompañar en su viaje", resaltó Flores.
Los viajeros recorren valles cercanos a través de un paseo que se torna inolvidable por las vistas de ensueño propias de la región.
"La experiencia con los turistas es muy linda, porque el turista viene básicamente a conocer los paisajes naturales de Tierra del Fuego, y lo incorporamos a la magia del transporte primitivo y milenario con los perros", destacó Flores.