USHUAIA.- En una reunión sostenida con los concejales locales, trabajadores y poseedores de caballos vinculados a prácticas tradicionalistas expresaron de manera enfática la necesidad de ser incluidos en la mesa de diálogo, con respecto al veto parcial impuesto por el Ejecutivo Municipal a la ordenanza que da vida al Programa de Respeto a los Equinos en la ciudad de Ushuaia. Dicha ordenanza había sido aprobada de forma unánime en la pasada sesión ordinaria del Concejo Deliberante.
El abogado que asesora a este grupo, Carlos Daniel Medina González, presentó una solicitud formal en la que pedía "tomar parte en la discusión y solicitar una prórroga, para formar parte de la mesa de debate". Argumentaron que existen cuestiones relacionadas con los equinos a nivel provincial que afectan tanto la actividad económica como la cultura local, involucrando a numerosas personas y familias.
En este mismo contexto, proponen la revisión de la ordenanza, anticipando que la normativa regresará al recinto legislativo en la próxima sesión programada para el 25 de octubre. El Municipio justificó su veto parcial alegando que la norma era "ambigua en su interpretación". El letrado alertó sobre la "superposición de normativas y cuestiones ya legisladas" en relación con este tema, pero enfatizó la importancia de ser considerados para expresar sus opiniones sobre las "prácticas y costumbres" de aquellos involucrados en el cuidado de los equinos.
El concejal Pino enfatizó que, para establecer una nueva mesa de diálogo y tener en cuenta nuevamente este asunto en las comisiones pertinentes, primero se debe aceptar el veto parcial enviado por el Ejecutivo. Confirmó que este proceso se llevará a cabo durante la próxima sesión ordinaria y extendió una invitación a todos los presentes para participar una vez que se acuerde la fecha de la comisión de Policía Municipal.
Es importante recordar que en la pasada sesión ordinaria, el Concejo Deliberante había aprobado de manera unánime la normativa impulsada por ARAF. Esta ordenanza considera a los caballos como "seres sintientes" y busca reforzar su protección a través de la creación de un programa destinado a garantizar la salud y el bienestar de los animales, así como abordar la problemática de los caballos sueltos en la vía pública y el maltrato hacia ellos.