USHUAIA.- Una nota periodística del diario La Nación titulada “El plástico, de colorido recurso a villano inesperado” destaca el trabajo que viene llevando adelante el Hospital Regional Ushuaia para reducir la utilización de ese material y crear conciencia sobre la seria amenaza que representa para el medio ambiente y la salud.
El artículo firmado por Martín de Ambrosio (periodista especializado en temas de ciencia, salud y cultura) señala que en el país “hay dos hospitales que empiezan a ser referencia: el Hospital Austral de Pilar y el Hospital Regional de Ushuaia, miembros de la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables de Salud sin Daño”.
El autor de la nota no duda en calificar al plástico como “un villano omnipresente que inunda ecosistemas, contamina hasta el cordón umbilical de los recién nacidos, y genera enormes preocupaciones en científicos y ambientalistas”.
“Hay estudios que relacionan el plástico con el desarrollo de cáncer y problemas hormonales (endocrinos), pero otros no tan obvios que marcan la incidencia del plástico en inflamaciones cardíacas y en la enfermedad inflamatoria intestinal, así como en diabetes, artritis reumatoide, accidentes cerebro-vasculares y trastornos del sistema inmune, entre otros, según el informe Plástico y salud del Centro por el Derecho Ambiental Internacional (CIEL, www.ciel.org/plasticandhealth). Porque no sólo nos afecta el plástico que se ve, sino también el fragmentado, el que queda en partículas que no se pueden ver y se ingieren alegremente, en algún momento de la cadena alimentaria” cita el artículo.
“No sólo de eliminar sorbetes, como se hizo recientemente en la ciudad de Buenos Aires, vive la lucha contra el plástico. Incluso más voluminoso es un consumo que suele estar oculto, como las compras de las grandes instituciones, en especial los hospitales que por una cuestión de higiene y protección usan mucho plástico (desde guantes hasta blísteres para los medicamentos). Pero esa magnitud se puede reducir si se evita lo evitable: plásticos de un solo uso en las cocinas, el telgopor de los vasos de café y miles de accesorios más” agrega el periodista.
En tal sentido, la directora del Hospital Regional Ushuaia María Marta Cozzarin explica que "descubrimos que se usaban muchos descartables en cocina, así que compramos vajilla y armamos los postres en vasos de vidrio. De a poco, redujimos 45.000 vasos de plástico al año, con un ahorro 2500 dólares, con lo que cierra por todos lados la ecuación. Los cubiertos descartables los reemplazamos por cubiertos de abedul y con lo que sobra de la caña de azúcar, unos bioplásticos que son 100% compostables. La consigna es reducir, reutilizar y reciclar".
"Instamos a que la gente del hospital lleve su botella de agua, no caliente los tuppers, tenga cuidado con los deliverys. Para compras sustentables, lo que hacemos es analizar el packaging de los insumos para saber si los accesorios son de cartón o de plástico, para incluirlos en nuestro programa de reciclado" menciona la directora.