RIO GRANDE.- El concejal electo de Somos Fueguinos, Valter Tavarone, junto a su par electo Ricardo Garramuño y el concejal en ejercicio Javier Branca, ha presentado una acción en la justicia para impugnar la modificación del Reglamento Interno del Concejo Deliberante de Ushuaia.
En diálogo con FM La Isla, Tavarone también criticó la posibilidad de que concejal electa Cristina López, esposa del presidente del Concejo Deliberante de Ushuaia y legislador electo, asuma como senadora nacional y luego vuelva a ocupar su puesto de concejal.
“La razón es que para modificar el reglamento -el reglamento que rigió hasta la fecha en que se celebró la sustitución íntegra del texto del reglamento-, exigía una mayoría de dos tercios. Y cuando se llegó a la votación en el ámbito del Concejo Deliberante, se produjo un empate y desempató el presidente. O sea, que se utilizó una mayoría simple”, introdujo el edil electo.
Agregó que “el proyecto ingresó aproximadamente a las 18:15 con 143 artículos y se trató, además, sobre tablas. El reglamento anterior tenía 145 artículos, así que estamos hablando de un reglamento nuevo. Y el problema técnico que se genera con el reglamento está dado por el hecho de que cuando se modificó la Carta Orgánica de Ushuaia, en el artículo 136 establecía en su redacción original que las mayorías del Concejo -de la voluntad del Concejo Deliberante- se formaba por la mayoría absoluta de sus miembros, esto quiere decir mayoría simple, o mitad más uno o mitad de los presentes, una mayoría un poquito menos agravada. Depende de lo que la norma establezca. A veces puede ser la mitad de los miembros, mitad más uno de los miembros del cuerpo, o a veces la mitad más uno de los miembros presentes en sesión o en comisión, depende de lo que se esté votando”.
Detalló que “en la redacción original, además, agregaba ese artículo que esas mayorías -las excepciones- era la mayoría que contenía la Carta Orgánica o las mayorías agravadas que podía contener el reglamento interno de la Cuerpo. Ese parrafito fue sustituido, pero no se modificó el reglamento anterior o el reglamento con que venía trabajando el Concejo hasta el día de la sesión de la semana pasada. En función de eso, se aplicó una mayoría simple cuando el reglamento que rigió hasta ese momento establecía que para poder modificar el reglamento se requerían dos tercios de los miembros del cuerpo, no de los presentes”.
“La forma en que se llevó adelante eso, a mi juicio, es una muy mala interpretación del artículo 136 de la Carta Orgánica Reformada llevó a esas consecuencias. La Cláusula Transitoria Cuarta de la Carta Orgánica en su redacción original -que no fue modificada por la reforma- establecía que para dictar el primer reglamento se requerían dos tercios. Y esto no es casual, porque un ámbito legislativo es un ámbito de debate, es un ámbito donde los diferentes sectores que integran la cámara deliberativa exponen sus ideas, discuten los artículos, y más naturalmente es la comisión donde se pueden agregar, quitar o mejorar cosas de un determinado proyecto. Todo ese procedimiento normal dentro del ámbito parlamentario no se dio el viernes”, explicó Tavarone.
Observó que “nadie discute que es potestad del Concejo Deliberante modificar su propio reglamento, pero por lo menos habría que tener la delicadeza de respetar lo que establecía el reglamento que regía hasta ese momento y eso no pasó. Otra cuestión que se dio en el debate de ese tema, es que el reglamento anterior y el nuevo también establece que cuando se incorpora un proyecto con varios artículos, primero hay que tratarlo en general y después en particular. Y eso también fue obviado. Es decir, encontramos graves vicios en el procedimiento de la formación de la voluntad del Cuerpo y eso es lo que se impugna judicialmente mediante una medida cautelar autosatisfactiva”.
Un traje a medida de Pino
Entendió el concejal electo de Somos Fueguinos que “ese reglamento fue una excusa, fue un traje a medida para normar sobre situaciones novedosas que no se encontraban en el reglamento anterior y que realmente hacen un interés político, un interés sectorial, la posibilidad que se establece en el artículo 12 del nuevo reglamento, creando una licencia especial a medida para que quien hoy es concejal electa (Cristina López) y tiene la obligación o la decisión sobre su cabeza, pese a la decisión de ver si acepta o no acepta el cargo de senador de la Nación, podría jurar como senadora, volver con una licencia especial en el Senado de la Nación, asumir el cargo de concejal y volver a pedir una licencia. Lo cual va contra la letra y el espíritu de toda la normativa vigente que tiende a prohibir el doble ejercicio de cargo electivo. De hecho, el artículo 121 de la Carta Orgánica de la Ciudad de Ushuaia es claro al establecer que el cargo de concejal es incompatible con el ejercicio de cualquier otro cargo electivo a nivel nacional, provincial o municipal. Y la única excepción a esa regla general es la que establece la propia Carta Orgánica, que es el de desempeñarse como convencional constituyente, nacional, provincial o municipal, en cuyo caso nuestra Carta Orgánica, nuestra Constitución, ya crea o prevé una licencia especial. Todo el resto de los supuestos se entran en situación de incompatibilidad. ¿Qué quiere decir esto? Que si la concejal electa asume como senadora en los próximos días de noviembre, cuando en diciembre tenga que asumir como concejal, ya vendría ejerciendo un cargo nacional. Y además se crea una licencia para que pueda pedir una licencia especial en el ámbito local, para que después de pedir una licencia como senadora pueda asumir como concejal. Y no solamente eso, sino que luego vuelve a pedir licencia para terminar su mandato como senadora y posteriormente volver a ocupar el cargo. Es decir, un disparate”, sentenció finalmente.