River volvió a protagonizar un partido con mucha intensidad. Ahogó a Cerro Porteño desde el primer minuto, generó muchas ocasiones de gol, pero no tuvo demasiada efectivadad. Con dos goles de penal -uno de Ignacio Fernández y otro de Rafael Borré- ganó 2-0 en el Monumental y se llevó una buena ventaja de cara a la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores 2019.
El equipo de Marcelo Gallardo comenzó el partido frente al conjunto paraguayo como si fuera una tromba. Tal y como ocurrió frente a Racing intentó ser vertical y salió a presionar al rival con mucho carácter y decisión.
Pese a la ventaja conseguida, La Banda continuó exigiendo al elenco dirigido por Miguel Ángel Russo, que no tuvo más remedio que refugiarse en su territorio y tratar de aguantar como sea. Es que River terminó siendo imposible de domar: los laterales pasaron constantemente al ataque, la zaga central se paró lo más lejos posible del arco de Franco Armani y la idea siempre fue la misma: robar rápido la pelota y tratar de acelerar a todo ritmo en el ataque.