Reino Unido.- Hasta esta semana hablar de Daniel Dubois era referirse a una de las grandes promesas del boxeo mundial, un púgil de solo 23 años en pleno ascenso –tenía 15 victorias, 14 nocauts– gracias a sus increíbles victorias por la vía rápida. Un boxeador que mezcla lo mejor de Holufield y Tyson. Pero en su última presentación, ante Joe Joyce, recibió un duro castigo y ahora su carrera está en peligro.
Dubois, quien a fines de agosto había logrado retener con jerarquía su titulo de campeón, sufrió el pasado fin de semana una derrota muy dolorosa. Acabo hincándose de rodillas en la ring en el décimo asalto porque uno de sus ojos estaba notablemente lastimado.
En las últimas días, The Sun informó que Dynamite Dubois corrió riesgo de quedarse ciego si hubiera decidido seguir adelante en el combate. Y luego se confirmó que sufrió una fractura en el hueso orbital de su ojo izquierdo y una hemorragia en la retina, lo que encendió las alarmas sobre su carrera.
Con el correr de los días, las informaciones sobre la salud de Dubois no cambió demasiado. El periódico The Guardian ha informado recientemente que un oftalmólogo le comunicó al púgil británico que podría haber acabado con visión doble si recibía más impactos en la zona, lo que hubiera significado su retiro inmediato del boxeo. Incluso Frank Warren, promotor de Dubois, reconoció en diálogo con BT Sport que el especialista le reconoció que “existía el riesgo de que el daño fuera mayor, castigando a los tejidos orbitarios y a los músculos extraosculares que mueven el globo ocular”.
Por lo pronto, Daniel Dubois estará unos cinco meses fuera de acción y Warren confía que su pupilo evolucione de forma favorable para volver a subirse al ring a demostrar todo lo bueno que había insinuado hasta su última presentación.
“La hinchazón ha tardado un tiempo en bajar, por eso que se demoró un poco más en obtener un diagnóstico. Él ahora va a descansar y estará fuera de acción hasta que se cure. Ojalá vuelva y cuando regrese ya le buscaremos rivales de entidad”, avisó el promotor, quien tendrá que cuidar a su estrella para que su ausencia no sea definitiva.