Investigaciones recientes aseguran que la práctica deportiva durante la fase de adultez tardía (40-61 años) trae grandes beneficios en materia de salud para el organismo.
La revista de la Asociación Médica Estadounidense, Jama Network, reveló los resultados de un estudio científico que analiza la reducción en los riesgos de mortalidad por actividad física que se presentan durante las cuatro fases de desarrollo de la vida del ser humano: adolescencia (15-18 años), adultez temprana (19-29 años), adultez media (35-39 años) y adultez tardía (40-61 años).
El estudio, el cual involucró a 315,059 participantes, establece que aquellos deportistas que logran mantener un ritmo físico activo desde la adolescencia hasta la adultez tardía son menos propensos a sufrir riesgos de mortalidad por cualquier causa (entre 29% a 36% menos).
Sin embargo, los análisis también indican que aquellas personas que se acostumbraron al sedentarismo durante gran parte de su vida y que deciden empezar a practicar una modalidad deportiva durante la fase de adultez pueden reducir entre un 32% a un 35% los riesgos de mortalidad.
En efecto, los resultados proporcionan una evidencia seria de que volverse activo físicamente en la adultez tardía (40-61 años) es una opción viable para mejorar la salud del cuerpo en los años previos a la vejez.
Incluso, que el hecho de hacerlo a partir de los 40 puede reducir en más del 40% los riesgos cardiovasculares y en más del 15% la probabilidad de sufrir cualquier tipo de tumoración, porcentajes casi idénticos a los arrojados por aquellas personas que están acostumbradas a practicar deporte desde los primeros años de la adolescencia.
Los ciclistas así lo han entendido y es por eso que cada vez es más común ver pedalistas de todas las edades disfrutando de un paseo en bici por la carretera, saliendo a pedalear a las ciclovías o desafiando sus límites en la montaña.
Comenzar a montar en bici entre los 40 y 60 años no solo ayuda a reducir los niveles de ansiedad y estrés o a fortalecer el sistema circulatorio sino que también te ayuda a mitigar las molestias y los problemas óseos que aparecen en el cuerpo con el paso de la edad.
Uno de los aspectos más valiosos que le aporta el ciclismo al cuerpo está relacionado con las denominadas edades biológicas. Aquellos ciclistas que siguen una rutina de entrenamiento y que pedalean de manera regular tienden a registrar una edad biológica de 15 y hasta 20 años menos respecto a la edad cronológica; un factor que permite que el cuerpo se mantenga mucho más sano, más competitivo, luzca mucho más joven y tenga una expectativa de vida más alta.
Sin embargo, comenzar a rodar en edades adultas puede ser complejo ya que no contarás con el mismo dominio y ritmo que el de un ciclista adulto que lleva toda su vida pedaleando. Ante este panorama, te aconsejamos que pongas en práctica las siguientes recomendaciones:
Aspectos a tener en cuenta
Antes que nada procura acudir al médico para realizarte un examen que te permita definir hasta qué nivel de exigencia puedes llegar en el ciclismo. Este resultado se obtiene con base en una prueba de esfuerzo, la cual comprueba cómo está el funcionamiento del corazón, la capacidad respiratoria, la presión, pulsaciones y tensión arterial.
Realizar estiramientos antes y después de las sesiones de pedaleo para lograr que los músculos se recuperen mucho más fácil.
Rodar a una velocidad moderada manteniendo un ritmo suave. La aparición de lesiones y calambres suelen ser un síntoma claro de sobreesfuerzo.
En cuanto a los tiempos, después de los 40 no es necesario salir a montar todos los días de la semana. Puedes planificar rutinas básicas montando como mínimo tres veces por semana durante 20 minutos por sesión. Si quieres aumentar el rendimiento puedes agregar un día más a tu rutina y pedalear cuatro días por semana durante 30 minutos con el objetivo de mejorar tu capacidad física. Por último, puedes anexar un día extra (5 veces) y realizar trabajos con pedaleos moderados entre 40 y 60 minutos si lo que buscas es adquirir un grado de competitividad mayor.
Así pues, estos son algunos consejos básicos sobre la práctica del ciclismo en la adultez tardía. Muchos ‘cuarentones’ han convertido la bici en un estilo de vida y es por eso que en muchas ocasiones los más explosivos del grupo o el pelotón suelen ser los ciclistas más maduros.
¿Qué esperas?, nunca es tarde para comenzar. ¡A rodar se dijo!