Según un informe realizado por el sitio Front Office Sports, y replicado por Statista, se estima que los gastos totales entre la construcción y refacción de estadios e infraestructura para este torneo es de 220 mil millones de dólares.
De esta forma, superará ampliamente a otras Copas del Mundo como Rusia 2018, en la que se invirtieron 11.600 millones de dólares; Brasil 2014, con 15.000 millones; Sudáfrica 2010, con 3.600 millones; y Alemania 2006, con 4.300 millones.
Uno de los puntos considerados por el informe es que del total del monto destinado, se estima que solo entre 6.500 millones y 10.000 millones de dólares serán utilizados para construir o refaccionar los estadios.
Desde la organización de Qatar 2022, afirmaron que buscan que las ocho sedes sean sostenibles y sustentables. Por eso, la mayoría de los recintos – excepción del Estadio Internacional Khalifa- serán desmantelados y reconvertidos a espacios sociales, culturales, comerciales, hoteles y hasta centros de salud.
Con respecto a los 210 mil millones de dólares restantes, mucho de este dinero se utilizó para la construcción de infraestructura, como centros hoteleros, aeropuertos y una red de transporte, los cuales quedarán como legado para el país.
A esto, se suman las denuncias y reclamos por incumplimiento en los derechos humanos, especialmente en los trabajadores que estuvieron abocados a la construcción de los estadios y el resto de la infraestructura.
Según un informe de Amnistía Internacional, se estima que hay 1,7 millones de trabajadores migrantes en el país de Medio Oriente, los cuales no se encuentran en condiciones dignas ni de trabajo ni social.
Además, si bien el Comité Supremo de Qatar hay confirmadas 35 muertes relacionadas a las obras para la Copa del Mundo, la organización internacional advierte que ascenderían a 15.021 entre 2010 y 2019.