Sardar Azmoun, apodado localmente como el “Messi iraní”, decidió dar un paso al costado con la Selección de Irán a la edad de 23 años tras encontrar a su madre en un pésimo estado de salud por los insultos que él recibió durante la Copa del Mundo.
Autor de 23 goles en 33 partidos jugados con su seleccionado, Azmoun no pudo hacer ninguno en Rusia a pesar de haber jugado los tres partidos completos y por ende muchos lo tildaron de “culpable” de que su equipo no logre llegar a los octavos de final.
Según el relato del joven futbolista que también se desempeña en el Rubin Kazan de Rusia, su madre, que se habría recuperado de una grave enfermedad, empeoró su cuadro clínico tras las críticas desmedidas por la Copa del Mundo.
Azmoun, quien debutó en la selección nacional a los 19 años, fue uno de los principales artífices de que el equipo persa llegue al Mundial y hasta hace poco era comparado con el máximo goleador histórico del país, Ali Daei quien registra 109 goles en 149 partidos.