RIO GRANDE.- Lo que en un tiempo, el entonces gobernador de la provincia, Jorge Colazo, inauguró con el objetivo de que Río Grande cuente con un lugar simbólico para reivindicar la paz, hoy es un monumento que destaca el abandono y la desidia de los administradores provinciales quienes jamás le dieron importancia.
Se trata del campanario que se encuentra ubicado en una de las intersecciones clave de esta ciudad que se encuentra frente a, nada menos que al monumento al General San Martín, en la intersección de las avenidas Belgrano y San Martín y que, el abandono, lo transformó una representación más que elocuente de la dejadez, la desidia y el desinterés.
El lugar, que fue inaugurado el 21 de septiembre de 2005, prometió ser un espacio emblemático, para los riograndenses y para todo aquel que visitara esta ciudad.
El acto inaugural se llevó adelante en el patio de la Escuela N°2 y asistieron niños de todos los colegios de la provincia quienes, además, realizaron 1000 grullas con diversos deseos de paz.
Además, en ese momento se remontaron 100 barriletes para conmemora la Paz del Mundo.
En ese mismo acto se exhibió el “Cádiz Papal” que, al mes siguiente, sería entregado el su Santidad, el Papa Benedicto XVI.
La bendición del campanario estuvo a cargo del director de la escuela Misión Salesiana Padre Omar Alvarez quien, en su discurso, dijo que, entre todos “debemos buscar la paz para la provincia y para nuestros corazones” y “debemos construir una paz verdadera y vivir en solidaridad”.
El Padre Alvarez dijo además que, “el sonar de las campanas debe representar un llamado para construir la paz”. En ese entonces, el Padre no pudo imaginar que la campana dejaría de sonar muy pronto.
La actualidad
Hoy, el campanario, que fue construido totalmente en madera, ya no tiene su campana porque hace años fue retirada por un grupo de padres con la ayuda del personal de Gendarmería porque representaba un grave peligro para los alumnos y para la gente.
El piso se encuentra casi sin tablas, y las pocas que tiene, están rotas. Hay muchos clavos y tornillos a la vista. Las directoras que pasaron por el colegio elevaron petitorios a los distintos gobiernos y a diversas instituciones con el objetivo de que alguien pudiera refaccionar el lugar o bien, generar alguna acción para que nadie pueda acercarse.
A la fecha, la mayoría de los reclamos tuvieron respuestas administrativas pero nunca nadie hizo nada de manera operativa y, el lugar, lo manifiesta.
Actualmente la directora de la Esc 27 es Mariana Unrein y su vice es Analía Campos. Ambas manifestaron que se han elevado petitorios para que el lugar sea tenido en cuenta por el peligro que representa. Aseguraron que, junto con los padres, coincidieron en pedirles a los chicos que no se acerque al sector porque “es un peligro”.
Desde la dirección aseguraron que las notas elevadas a las autoridades provinciales tuvieron inmediata respuesta. La promesa es la misma que las administraciones hacen desde hace años. Sin embargo, ambas docentes no pierden la esperanza que el 21 de septiembre de 2018 el campanario pueda ser reinaugurado para pedir nuevamente por la paz.
En el establecimiento funciona por la mañana la Escuela 2 y, por la tarde, la 27. Además, asisten alumnos por la noche lo que representa que, sumen unos 1000 alumnos por día quienes pasan por el lugar, sin contar con los docentes y padres quienes también pasan a diario por un sector que es poco menos que un chiquero.
Llama la atención que ningún gobierno haya tomado las riendas de un lugar tan importante y que no demandaría inversiones extraorinarias.
El significado de las 1000 grullas de papel
La leyenda japonesa dice que los dioses te cumplirán tu deseo si haces mil grullas La historia se remonta a un 6 de agosto, pero de 1945, cuando Hiroshima fue atacada con una bomba atómica.
En ese momento, Sadako Sasaki una niña que tenía dos años cuando cayó la bomba atómica en su ciudad natal, Hiroshima. Aunque en ese momento no sufrió ninguna lesión, diez años más tarde, los médicos le informaron que, como consecuencia de la irradiación que le produjo la bomba, padecía leucemia.
Sadako fue internada en un hospital donde conoció a Chizucho, una mujer que le contó sobre la leyenda de las grullas.
La historia cuenta que si tienes un deseo y construyes mil grullas, los dioses te concederán tu petición.
El deseo de la adolescente que ya tenía 12 años, era curarse de la leucemia, por ello comenzó a hacer los famosos tsurus (grullas de papel), pero, sin embargo, murió antes de terminar las mil.
Sadako alcanzó a realizar 644 grullas de papel, pero sus amigos del hospital decidieron terminar su labor.
En honor a Sasaki, en Hiroshima se construyó una estatua donde aparece ella con una grulla en su mano. Dicha escultura se encuentra en el Parque de la Paz en dicha ciudad.
Desde ese momento y cada 6 de agosto, miles de niños de todo el mundo mandan sus tsurus, hechos a mano, a esta ciudad para que los coloquen en dicho espacio y a la vez, mandar el mensaje de paz.
