RIO GRANDE.- Amelia Almirón, madre de Víctor Marcelo Fernández, de 40 años, brindó declaraciones a la prensa en las que manifestó públicamente su dolor e indignación ante lo que considera un caso de negligencia médica y abandono de persona en el Sanatorio Fueguino, donde su hijo falleció tras una intervención quirúrgica. Según explicó Amelia, la cirugía a la que fue sometido su hijo no presentaba aparentes riesgos. Sin embargo, las circunstancias posteriores al procedimiento dejaron muchas preguntas sin responder.
La parte médica
"Mi hijo no tenía problemas de salud graves, no sufría del corazón ni de fracturas, y hasta ahora nadie me ha dado una respuesta clara de por qué murió", expresó Amelia con desconsuelo. Su relato acusa una serie de irregularidades que, a su juicio, apuntan a encubrimientos y omisiones por parte de los profesionales involucrados y del sistema judicial. "Luego de cinco días apareció el certificado de anestesia, un documento clave que debía haber sido presentado desde el inicio", indicó la madre, evidenciando su escepticismo sobre la transparencia del proceso judicial.
Desconfianza en la Justicia
El impacto de esta pérdida no solo afectó a Amelia emocionalmente, sino que también ha deteriorado su confianza en el sistema de salud y en la justicia. La mujer, aseguró que los profesionales médicos y judiciales han dado prioridad a sus propios intereses y que han dejado de lado la obligación de esclarecer la muerte de su hijo. "Me suspendieron la audiencia sin avisarme hasta tarde en la noche, y mientras tanto, nadie parece estar comprometido con brindarme una explicación", agregó, criticando lo que percibe como una falta de sensibilidad y profesionalismo en el caso.
La obra social, en tela de juicio
Amelia no solo cuestionó la atención médica recibida, sino también el rol de la obra social de su hijo, que, según afirmó, estuvo involucrada en una actitud negligente. Para ella, el caso de su hijo podría estar relacionado con una práctica de facturación en las clínicas, priorizando el lucro sobre la atención médica adecuada. "Ellos solo quieren facturar, y en esa desesperación por intervenir quirúrgicamente, fue mi hijo quien pagó el precio", sostuvo con dolor.
Mientras espera resultados de una autopsia toxicológica realizada en Buenos Aires, Amelia se aferra a la esperanza de obtener respuestas.
Sin descanso
Respecto de los pasos a seguir, la mujer, adelantó que su plan es seguir adelante con las marchas y movilizaciones, y no descarta viajar a la capital en busca de justicia. "A mí me mataron junto a mi hijo; nadie ha venido a decirme qué le pasó. Yo enterré a mi hijo, y soy yo quien exige una explicación, alguien que me diga qué hicieron con él", concluyó.