RIO GRANDE.- El profesor Hugo Schneider expuso en las jornadas “De ayer a mañana, Industria, Soberanía y Transformación” impulsadas por el Municipio de Río Grande y la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional.
Schneider, docente de la UTN, disertó en lo que ha dado en llamar ‘Apuntes de la Historia de la Industria Fueguina’ y lo encaró desde un contexto “de poder entender cuál es el significado del desarrollo industrial de Tierra del Fuego para la existencia misma de nuestra provincia”, y sentido consideró como un eje central en el análisis, la propia Ley 19640 y su impacto en el poblamiento de la provincia.
“El pasado lunes 2 de septiembre se conmemoró el Día de la Industria y desde el Ejecutivo nacional justamente se están estableciendo medidas que atentan contra la industria nacional, porque el hecho de abrir las importaciones, a través de diferentes medidas, hace que se vea resentido el sector industrial en todo el país y, por supuesto, incluida Tierra del Fuego en eso”, postuló Schneider.
“Es por eso que es muy importante, por ahí, encararlo desde este aspecto de cómo se toman las decisiones políticas y, además, la relación que hay entre, cuando tenemos un tipo de gobierno u otro, entre las crisis de la industria de Tierra del Fuego y los momentos de expansión y ahí hay algo que no es casual. Cuando hay determinados modelos económicos, nosotros entramos en crisis. Cuando hay otros modelos económicos, nosotros tenemos una economía en expansión”, contrastó.
Agregó que “hoy vivimos una suerte de embate nuevo; en los medios de comunicación nacionales leímos un informe de la UBA, por ejemplo, que dice, relaciona el presupuesto universitario, que correspondería al 0,14 del Producto Bruto Interno, con las exenciones impositivas de Tierra del Fuego que implican un 0,22. Ahí hay un mensaje que es solapadamente mentiroso, porque en el caso de que las exenciones impositivas de Tierra del Fuego se terminen, no es que el Estado nacional gasta 0,22% del PBI en la industria o en el régimen de promoción industrial, sino es que no los percibe”, aclaró.
“Supongamos que nos ponen los mismos impuestos que en el resto del país. Tierra del Fuego desaparece, queda como Sierra Grande en la época de los 90. Es decir, porque si no tenemos esa posibilidad, que es lo que ha hecho, digamos, que ha construido Tierra del Fuego, la Ley 19.640, con ese régimen especial, obviamente, ¿qué hacemos nosotros acá? Es decir, no tenemos razón de existir. Entonces, me parece que el debate muchas veces se ha dado desde un planteo economicista”, entendió Schneider.
Recordó que “la política de Tierra del Fuego ha discutido las cuestiones económicas cuando el tema es un tema político. Es decir, la creación de la Ley 19.640 fue para generar soberanía. Es una cuestión geopolítica. Entonces, si nos equivocamos y nos metemos en el debate de lo que le cuesta al Estado nacional, que en realidad es una mentira, me parece que nos equivocamos. Y ahí tiene que haber una maduración de la clase política de Tierra del Fuego y de los actores sociales principales en entender que el debate hay que darlo por ahí”.
Consultado sobre el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), el docente dijo que “el RIGI lo que hace es, de alguna manera, extender a todo el país unas posibilidades parecidas (a la Ley 19640), pero yo creo que se parecen en un sentido pero en otro sentido no, porque es una economía que se plantea absolutamente extractivista, que no deja nada, que no genera empleo. Es diferente en ese sentido al régimen de promoción de Tierra del Fuego, porque acá se genera empleo, se generan posibilidades de buenos salarios, se genera posibilidades de que la gente viva acá, y además que se produce para un mercado interno”.
Sin embargo observó que “el tema es que cuando tenemos gobiernos que abren las importaciones y que además tienen políticas de desempleo, porque la importación lo que genera es desempleo en la industria nacional, el mercado interno, por supuesto, deja de demandar los productos que nosotros producimos en Tierra del Fuego. Y eso es una complicación muy grave. Por eso yo digo, a veces los fueguinos tenemos que pensar cuando votamos, si votamos un gobierno neoliberal, cuáles van a ser las consecuencias para nosotros”.
Schneider analizó que “nosotros tenemos, yo digo, una paradoja. Nosotros hemos tenido durante años empleados de nuestras fábricas que se iban a Chile a comprar celulares, cuando los dólares que dejaban en Chile servirían para comprar los insumos para que la industria que los sostiene, siga funcionando. Es paradójico, pero funciona así”, finalizó.