USHUAIA.- El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) emitió un comunicado en el que desmiente la existencia de una "superpoblación" de guanacos en la Patagonia y aclara que no hay evidencia científica que los vincule con la crisis de la actividad ganadera en la región. Según el Centro Nacional Patagónico (CCT CONICET-CENPAT), las poblaciones de guanacos no crecen de forma descontrolada, sino que se regulan naturalmente en función de la disponibilidad de forraje y el comportamiento territorial de sus grupos familiares.
El organismo señala que, antes de la llegada del ganado ovino, la población de guanacos en la Patagonia alcanzaba los 22 millones, en equilibrio con los pastizales. Además, los estudios indican que la degradación de estos ecosistemas no es consecuencia de los guanacos, sino de décadas de sobrepastoreo ovino y una mala gestión de las tierras, según enfatizó el CONICET.
Ante la preocupación por una posible competencia entre el ganado ovino y los guanacos, el CONICET aclara que, en épocas de escasez de forraje, el ganado suele desplazar a los guanacos hacia zonas poco adecuadas para la actividad ganadera. Esta segregación permitiría la coexistencia de ambas especies sin que los guanacos representen una amenaza para la ganadería.
En su comunicado, el CONICET también destacó el valor del guanaco como "ingeniero de ecosistemas". Las letrinas comunitarias que crean estos animales acumulan nutrientes, humedad y semillas, favoreciendo la regeneración de la vegetación en áreas degradadas. Asimismo, la institución subrayó que la fibra de guanaco, altamente valorada en el mercado, y su potencial como recurso turístico podrían convertirse en oportunidades productivas sostenibles para la región patagónica.
Esta aclaración del CONICET llega en el contexto de la Disposición 812/2024 de la Subsecretaría de Ambiente, que habilita a las provincias patagónicas a definir planes de manejo y aprovechamiento del guanaco. Frente a esta medida, el organismo científico ofreció su colaboración a las autoridades locales para proporcionar datos y asesoramiento técnico, promoviendo así decisiones basadas en la evidencia científica para una gestión sostenible de la especie.