Una exportación de 1600 corderos patagónicos congelados se realizó desde un frigorífico de Río Gallegos hacia Japón, con los protocolos especiales y los estándares internacionales de comercialización en medio de la pandemia de coronavirus.
Eduardo Núñez, dueño del frigorífico Montecarlo, expresó a Télam su satisfacción: "La Argentina necesita exportar, que entren divisas. Nos interesa que se normalice la situación económica y nosotros desde ese lugar estamos contentos, trabajando para ese fin", dijo el empresario santacruceño.
La carga viajó por tierra en camiones hasta el puerto de Buenos Aires y se trasladará a Oriente en barco.
Núñez destacó que la primera venta de corderos patagónicos desde la ciudad consistió en el envío de 1600 animales congelados (carcazas enteras calibre 7-9 y 9-13) "para que prueben el producto, porque Japón no es un país muy consumidor de carne ovina; pero un pequeño consumo de ellos incide mucho en nuestra producción".
"Nuestro interés está centrado en venderles cortes con un valor agregado interesante. Ahora fueron las piezas enteras para que prueben el producto. A la mayoría de los países les mandamos cortes", explicó Núñez sobre los envíos que ya se realizan a la Unión Europea y a Brasil.
Los precios acordados a nivel internacional se rigen por cortes o categorías, pero se calcula un promedio de 5000 dólares la tonelada.
De Río Gallegos a Japón
Según estimaron, la mercadería llegará a la ciudad de Tokio en unos 45 o 50 días. "Tuvimos una negociación de varios meses con el objeto de tener un mercado bueno", afirmó Núñez.
Según explicó, la planta de Río Gallegos tiene casi 20 años donde trabajan unas 70 personas estables y durante la zafra, que es de noviembre a abril, "llegamos a tener más de 100 personas" para mantener la "tradición de un muy buen cordero criado con escasez de pastos o falta de agua y características especiales que lo hacen tan delicioso".
Además de los envíos a Francia, España, Italia, Inglaterra y Bélgica, las exportaciones desde Santa Cruz se realizan a Israel y Brasil.
En tanto, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) comunicó que certificó las 15 toneladas de carne ovina congelada con hueso para exportar a Japón, "uno de los mercados más exigentes del mundo".
"El envío de la mercadería partió el pasado viernes 17 de julio vía terrestre desde el frigorífico Montecarlo hasta el Puerto de Buenos Aires, para ser consolidada y luego cargada en el contenedor hacia su destino final", explicó el organismo en un comunicado.