USHUAIA.- El cónsul de Chile en Ushuaia, Luciano Parodi Gambetti, abordó con la intendenta María Teresa Castañón con algunos temas estratégicos los que iban desde los asuntos de frontera, los antiguos pobladores, la arqueología, los parques nacionales y un poco también el trabajo científico que ambos países vienen desarrollando en esta zona.
Parodi estima que hay unas 5 mil personas con doble nacionalidad chileno/argentina viviendo en la capital de Tierra del Fuego y alrededor de 15 mil en Río Grande.
El representantes cónsul lleva más de cuatro años en el cargo, que asumió a comienzos de 2014.
Sobre el apogeo que ha tenido Ushuaia gracias a los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, quienes contribuyeron enormemente al desarrollo de la Patagonia, al sur de Argentina, expresó que gracias a las buenas relaciones entre el presidente Sebastián Piñera y Mauricio Macri se ha hablado de realizar muchos trabajos en el sur, por ejemplo el tema del gas natural, donde es muy importante ver “cómo lo hacemos para llegar a Puerto Williams, cuya principal matriz energética es la leña”. En este ámbito, está la posibilidad de ejecutar un proyecto de tal envergadura.
“Todas estas cosas son conversables, hay una buena relación en materia energética en lo que es la zona del canal Beagle y la isla grande de Tierra del Fuego; Ushuaia mismo tiene problemas con el suministro de gas, en este momento con el crecimiento poblacional los ductos que están llegando a la ciudad no son suficientes, creo que todo es factible de conversar”, complementó.
Hoy, en Ushuaia, viven entre 80 y 85 mil personas. En relación a cómo se podría mejorar la conexión con Williams, el cónsul indicó que creía que cuando se completara la ruta que cruza toda la isla grande de Tierra del Fuego de norte a sur, se llegue a bahía Yendegaia y se continúe hasta Puerto Williams, esto va a favorecer enormemente el enlace.
“En este momento la única conexión que hay es mediante embarcaciones de 12 pasajeros que funciona durante la temporada estival solamente. Hoy de Ushuaia a Punta Arenas las personas se demoran en promedio nueve horas, con toda la espera y descansos que uno tiene que hacer de manejo, hay que saber además cómo va a estar la barcaza, si hay marea baja, si hay viento, todas esas cosas, es complicado”, manifestó.