RIO GRANDE.- La ruta complementaria “I”, que une la frontera de San Sebastián con el límite con Chile, se encuentra en un estado deplorable a pesar de haber sido asfaltada hace pocos años. Este tramo, clave para el tránsito de vehículos particulares y transporte de carga pesada, ha sido objeto de controversia tras los recientes trabajos de mantenimiento realizados por la Dirección de Obras Públicas.
En lugar de realizar una reparación estructural, profunda y duradera, el deterioro de la calzada fue abordada con una simple capa de tierra para cubrir los baches y huellones. Esta medida, calificada como un “parche precario” por conductores y vecinos, provocó una oleada de críticas por la falta de soluciones duraderas.
Conductores frecuentes de la ruta, tanto argentinos como chilenos, expresaron su malestar por la calidad de los trabajos. Un camionero que utiliza el tramo regularmente calificó la situación como una “vergüenza” y señaló que el pavimento inicial ya estaba dañado al poco tiempo de su colocación.
“El relleno con tierra no sirve para nada. Apenas llueva, todo se va a lavar y los baches volverán a aparecer. Además, estos trabajos son un peligro ya que los camiones con carga pesada no pueden transitar seguros, y los autos terminan con parabrisas rotos o peor, involucrados en accidentes”, denunció en trabajador del volante.
Por su parte, un conductor chileno resaltó las marcadas diferencias entre las rutas de ambos países. “El pavimento en Chile tiene un espesor adecuado y está bien mantenido. Aquí, parece que no hay control ni planificación” y “me parece una vergüenza”.
Un problema persistente
El mal estado del tramo no solo afecta la seguridad vial, sino que también impacta en la economía regional al dificultar el transporte de bienes. Según testimonios, los daños en los vehículos son recurrentes, y la falta de mantenimiento adecuado pone en riesgo tanto a transportistas como a turistas que utilizan esta ruta, especialmente en la temporada invernal.
El manejo de la situación por parte de la Dirección de Obras Públicas ha sido duramente cuestionado por todos los que han transitado por el lugar. Si bien se habían anunciado tareas de mantenimiento para garantizar un tránsito seguro en el periodo vacacional, los resultados han sido calificados como “pésimos”.
“Es evidente que no hay fiscalización en las obras. El pavimento colocado no resistió ni un año, y ahora intentan tapar los problemas con tierra. Esto demuestra una falta de compromiso y una gestión ineficiente”, afirmó otro usuario frecuente de la ruta.
Lo cierto es que la ruta complementaria “I” sigue siendo un reflejo de los problemas estructurales y administrativos en la gestión de infraestructura vial. Los usuarios piden una solución definitiva que contemple pavimento de calidad y una supervisión estricta para evitar que este tipo de situaciones se repitan.
Mientras tanto, los conductores deberán extremar precauciones y lidiar con un tramo que se ha convertido en un verdadero desafío para la seguridad y la paciencia.