RIO GRANDE.- La ciudad norte de la provincia de Tierra del Fuego se posiciona como un punto estratégico en el desarrollo energético del país con la puesta en marcha del Proyecto Fénix, un ambicioso emprendimiento liderado por TotalEnergies, Wintershall y Pan American Energy (PAE). El primer pozo del yacimiento offshore comenzó a producir, marcando el inicio de una operación que proyecta aportar 10 millones de metros cúbicos diarios de gas natural desde la Cuenca Austral Marítima. Este volumen representa el 8% de la producción nacional y podría sustituir la importación de 15 buques de Gas Natural Licuado (GNL) durante el invierno.
El proyecto, que demandó una inversión de USD 700 millones, es clave para el ahorro de dólares en un país con problemas crónicos de divisas. Además, consolida el rol de la producción nacional como motor de la economía, con Río Grande como epicentro logístico y operativo. El gas extraído será transportado a través de un gasoducto submarino de 36,5 kilómetros hasta la planta de tratamiento en Río Cullen, donde se realizará su procesamiento antes de enviarlo al Gasoducto San Martín y distribuirlo al resto del país.
“Somos parte de un proyecto que no solo impulsa nuestra industria, sino que también asegura el suministro de energía para millones de argentinos”, afirmó un trabajador de TotalEnergies, empresa que, con la puesta en marcha de Fénix, operará el 33% de la producción de gas del país.
El yacimiento se encuentra a 60 kilómetros de la costa de Río Grande y a 200 kilómetros al sur de las Islas Malvinas. La plataforma Fénix, de 4.800 toneladas, es un testimonio de ingeniería avanzada y colaboración internacional. Trabajadores de diversas nacionalidades se turnan en jornadas intensivas para garantizar la continuidad de las operaciones.
Con el objetivo de alcanzar la plena operatividad antes de fin de año, se planea la perforación de tres pozos adicionales, uno de los cuales servirá como contingencia. Se espera recuperar la inversión inicial en cuatro años, tras lo cual las empresas involucradas comenzarán a percibir ganancias.
El Proyecto Fénix no solo representa un avance en el sector hidrocarburífero, sino también una oportunidad para que Río Grande consolide su papel como líder en la producción energética, contribuyendo al desarrollo sustentable de la región y del país.