RIO GRANDE.- El Inspector General Ariel Normando Ciares, director provincial del Servicio Penitenciario, anunció que se está organizando el traslado de algunos internos desde la ciudad de Ushuaia hacia Río Grande. "Estamos diagramando ya el traslado de internos que reúnan los requisitos para ser alojados en la ciudad de Río Grande", explicó Ciares, señalando que estos internos serán evaluados por el Consejo Correccional, el cual considerará factores como buen comportamiento, edad y posibles condiciones de salud que puedan dificultar su estancia en pabellones comunes.
El traslado responde, en parte, a la superpoblación carcelaria que enfrenta Ushuaia, con 160 internos en un espacio insuficiente. "En Ushuaia no hay una cárcel como tal, sino una alcaidía, que es un lugar de tránsito", explicó Ciares, diferenciando las alcaidías de las unidades penales permanentes, como la de Río Grande. Este último establecimiento, diseñado específicamente para alojar presos de manera prolongada, cuenta con más espacio y mejores condiciones para el tratamiento penitenciario, que incluye trabajo y educación.
Río Grande, con 159 internos actualmente, tiene la capacidad para recibir más reclusos, lo que aliviaría la situación en Ushuaia, donde la falta de espacios adecuados complica la implementación de programas educativos y laborales. Según Ciares, casi el 90% de los presos en Tierra del Fuego participan en estudios o talleres de oficio, una parte esencial del régimen penitenciario progresivo.
El traslado, aunque busca mejorar la calidad de vida de los internos, también tomará en cuenta la cercanía familiar de los reclusos, ya que la ley promueve su acceso a la familia para facilitar su reinserción social.