PROVINCIALES

CADA VEZ, MAS DEPENDENCIA

Tierra del Fuego recibe más fondos que el promedio nacional

Cada vez más, las provincias registran una fuerte dependencia de los fondos entregados por el Estado nacional por medio de mecanismos que no son automáticos, mientras que con su recaudación propia no llegan a cubrir un tercio de sus necesidades corrientes.

Tierra del Fuego recibe 6.606 pesos contra 1.691 pesos de la media nacional.
Tierra del Fuego recibe 6.606 pesos contra 1.691 pesos de la media nacional.
La pérdida de participación de los recursos propios en el total de la caja de los gobernadores se advierte claramente en un trabajo del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que indica que pasaron de ser el 34% del total, en 1999, a sólo el 30% en 2010. En tanto, las transferencias no automáticas, es decir, que pueden tener incluso algún grado de discrecionalidad, pasaron de representar casi el 5% al 14% en el mismo lapso.

De todas maneras, el panorama es muy dispar: la ciudad de Buenos Aires obtiene más del 80% de sus ingresos fiscales con los tributos que recauda por sí misma, mientras que Formosa no llega ni a procurarse uno de cada diez pesos que gasta.

Por otra parte, la estructura tributaria provincial promedio se recostó mucho en los últimos años en impuestos como ingresos brutos y sellos, y cayó la participación de los que gravan los patrimonios. Es fácil entender por qué. En particular, ingresos brutos es un porcentaje aplicado a los precios y su recaudación aumenta con el crecimiento del consumo y también por la inflación.

Pero, además, en varias provincias, como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, se hicieron importantes reformas que aumentaron la presión en beneficio de una mayor recaudación.

Como hay inflación y el tributo no aparece discriminado en los tickets y comprobantes que recibe el público, su efecto político se suaviza. Es mucho más fácil de disimular que un incremento, por ejemplo, del impuesto inmobiliario.

En 1999, la coparticipación que se reparte automáticamente era el 51% del total de los recursos que recibían las gobernaciones, pero el año último sólo llegó al 47 por ciento, mientras que la incidencia de las transferencias no automáticas se multiplicó tres veces y media, al pasar del 4 al 14 por ciento.

También los valores casi congelados del gas y del petróleo en boca de pozo redujeron la incidencia de las regalías a las provincias productoras. Se trata de recursos que en el pasado dieron cierta autonomía a los gobernadores, como cuando Néstor Kirchner lo era en Santa Cruz.

Regresivos

Respecto de la incidencia de Ingresos Brutos, el IARAF señala que su recaudación "ha sido creciente en el tiempo, en detrimento de otros impuestos como el inmobiliario y el automotor, que han visto declinar su importancia en la recaudación total.

En efecto, la participación de Ingresos Brutos tuvo en sólo diez años un incremento de 17 puntos porcentuales, mientras que la del impuesto inmobiliario perdió ocho puntos, por lo que se redujo a la mitad de lo que representaba en 2009. Esta situación obedece a la decisión de no ajustar las bases imponibles de este último tributo en gran parte de las jurisdicciones, mientras que, por el contrario, la base del impuesto a los ingresos brutos se actualiza automáticamente con la facturación.

Y el trabajo señala que, de este modo, la recaudación propia de las provincias depende mucho más del ciclo económico, lo que la hace aumentar mucho en las bonanzas y las resiente cuando hay desaceleración. Según el último Informe Trimestral del Provincias de la consultora Economía & Regiones, la tendencia ha continuado.

En el primer semestre de 2010, Ingresos Brutos representó el 73,1% del total de los ingresos recaudados, mientras que en el mismo período del año en curso saltó al 74,4 por ciento. Es decir, casi tres de cada cuatro pesos de impuestos propios de las gobernaciones provienen de un tributo distorsivo y regresivo, que, escondido en la inflación, se torna menos visible.

El trabajo también destaca que, aunque los ingresos propios, por la inflación y la mayor actividad, han crecido, no lograron representar más del 32% del total de la caja de los gobernadores.

Los datos parecen indicar que los mandatarios del interior sólo tendrían como salida para lograr una mayor autonomía de caja enfrentar el costo político de realizar ajustes en tributos como el inmobiliario, más difíciles de ocultar y más complicados también de recaudar.

"En un contexto de relaciones fiscales en que predominan las afinidades políticas, el aumento del financiamiento interno fortalecería a las provincias, dotándolas de mayores niveles de autonomía económica y política", señala Economía & Regiones.

El reparto de fondos nacionales lleva también a grandes diferencias. Si se cuenta sólo la coparticipación federal de impuestos y el llamado fondo sojero, “se mantiene la marcada inequidad de la distribución secundaria, que introduce fuertes asimetrías en lo que recibe cada ciudadano de acuerdo a su lugar de residencia; un residente en Tierra del Fuego recibe casi cuatro veces el promedio nacional (6.606 pesos contra 1.691 pesos), casi ocho de lo que reciben los habitantes de la provincia de Buenos Aires -que concentra la mayor cantidad de pobres del país- y cerca de 15 veces lo girado a los ciudadanos de la Capital Federal”, señala el trabajo.

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