PROVINCIALES

POLITICA A ESCONDIDAS

Sin informarlo, Melella se reunió con la Encargada de Negocios de EE.UU., Abigail Dressel

La diplomática estadounidense Abigail Dressel se reunió con el gobernador Gustavo Melella en Ushuaia, pero el gobierno fueguino guarda silencio. Surgen interrogantes sobre los temas tratados ya que no hubo información oficial.

Melella y sus funcionarios, posan incómodos en la foto con los funcionarios de EE.UU.
Melella y sus funcionarios, posan incómodos en la foto con los funcionarios de EE.UU.

USHUAIA.- La encargada de Negocios de Estados Unidos publicó su reunión con Melella, pero el gobierno fueguino no informa nada. Resulta sorprendente que el mismo gobernador Gustavo Melella, quien el año pasado calificó de “persona no grata” a la generala Laura Richardson y criticó a los EE.UU. por su voracidad en los recursos estratégicos de Sudamérica, ahora se haya reunido con la encargada de Negocios de la Embajada de los EE.UU. en Argentina, Abigail Dressel, sin emitir una sola comunicación oficial explicando de qué hablaron.

Lo cierto es que, días después de que la Encargada de Negocios de la Embajada de los Estados Unidos en Argentina, Abigail Dressel, hiciera público su encuentro con el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, y parte de su gabinete en la sede del gobierno fueguino en Ushuaia, ni la Secretaría de Comunicación provincial, ni el mandatario en sus redes sociales, ni su Secretario de Malvinas, Andrés Dachary, han brindado información oficial sobre la reunión, cuya fecha tampoco se conoce.

Los únicos datos disponibles son los que publicó la diplomática estadounidense en X el pasado miércoles 5 por la tarde, donde expresó su “gusto” por “conversar” con el gobernador fueguino “sobre cómo potenciar la cooperación entre Tierra del Fuego y los EE.UU. en áreas de interés mutuo”. Además, manifestó su aspiración de “trabajar juntos para el beneficio y prosperidad de nuestros pueblos”. En su publicación, Dressel agradeció al gobernador Gustavo Melella por recibirla en su “bella provincia” y compartió tres fotografías tomadas en el Salón Augusto Laserre de la Casa de Gobierno de Tierra del Fuego. En una de ellas, se ve a Melella mostrando una caja con tres lapiceras y una agenda, obsequio de la Embajada de los EE.UU. en Argentina.

Las preguntas surgen solas: ¿sobre qué potenciación y cooperación hablaron? ¿En qué áreas y cuáles serían los proyectos? ¿Discutieron los anuncios de Milei del año pasado en Ushuaia sobre la construcción de una Base Naval Integrada junto a los EE.UU.? ¿Dialogaron sobre el radar de capitales ingleses instalado por LeoLabs en Tierra del Fuego? ¿Cuál fue la agenda completa de la reunión? ¿Habrá futuros encuentros? ¿Se generaron canales de negocios? ¿Entre quiénes y para quiénes? ¿Se evaluaron inversiones de EE.UU. en Tierra del Fuego o, a la inversa, de capitales fueguinos en Estados Unidos?

Nada. Ni un solo comunicado. Ni un párrafo. Ni una sola palabra del mismo gobernador que, el 2 de abril del año pasado, no solo calificó a la generala estadounidense de “persona no grata”, sino que además la acusó de ser “cómplice” de la ocupación británica en el Atlántico Sur. Este es el mismo mandatario que, previamente, en enero de 2023 y luego en febrero de 2024, advirtió a los EE.UU. que no admitiría su intromisión en el manejo de los recursos estratégicos de “los pueblos latinoamericanos (…) y mucho menos bajo coacción”.

Paradojas de la política fueguina, donde ya no hace falta estar atento para notar cambios radicales de opinión y actitud por parte de un gobierno que, hasta hace pocos meses, era duramente crítico de las políticas expansionistas de los Estados Unidos. Ahora, sin embargo, se expone mansamente y con obediente temario a lo que dicta la embajada norteamericana.

El regalo de la Embajada, quizás, lleva implícito un mensaje sugerente: que con esas lapiceras el gobernador fueguino firme acuerdos de “cooperación (…) en áreas de interés mutuo”. Una sátira que recuerda la frase que Cristina Fernández de Kirchner solía dirigir al expresidente Alberto Fernández: “usá la lapicera, Alberto”; pero en este caso, de Dressel a Melella.

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