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RIO GRANDE.- En un nuevo episodio de lo que muchos consideran una maniobra de la clase política para aferrarse al poder, el gobernador Gustavo Melella, insiste de manera sistemática con la necesidad de una reforma constitucional lo que genera gran controversia.
Ante este panorama, el legislador Agustín Coto es uno de los críticos más vehementes, y recientemente afirmó que esta reforma no busca beneficiar al pueblo, sino fortalecer los privilegios de una casta que, durante décadas, ha sumido a la provincia en el despilfarro, la corrupción y las prebendas.
“Lo que propone Melella sobre la reforma de la constitución provincial es una reforma de la casta”, declaró Coto, argumentando que cada vez que la política interviene en la Carta Magna, lo hace para garantizarse más poder, beneficios e impunidad.
Según el legislador, estas reformas nunca tienen como objetivo reducir el gasto público, achicar el Estado ni devolver la libertad a los ciudadanos. Más bien, buscan asegurar que los mismos grupos de poder mantengan el control del aparato estatal, sin interesarse por la eficiencia o la transparencia.
La indignación de Coto refleja un sentimiento creciente entre la población argentina, que en repetidas ocasiones ha expresado su rechazo a lo que perciben como la perpetuación de una casta política. “Argentina ya le dijo basta a la casta en las urnas, y Tierra del Fuego no será la excepción”, añadió el legislador. En su opinión, la única reforma que realmente necesita la provincia es aquella que devuelva el poder a la gente, ponga fin a los privilegios de los políticos y fomente el crecimiento sin las trabas estatales que han obstaculizado el desarrollo.
La polémica en torno a la reforma de Melella sigue creciendo y promete ser uno de los temas centrales en la agenda política de Tierra del Fuego. La sociedad espera con ansias ver cómo se desarrollarán los acontecimientos y si finalmente se escuchará la voz del pueblo en esta cuestión crucial.
