Quejas por “pocas piezas nacionales” en productos fabricados en la provincia

La Cámara de Industrias Electrónicas, Electromecánicas, Luminotécnicas, Telecomunicaciones, Informática y Control Automático (Cadieel) presentó varias notas en el Ministerio de Industria, que dirige Débora Giorgi, para "recordar" el listado de "aquellos insumos, materiales, dispositivos y accesorios que las industrias radicadas en el territorio nacional continental se encuentran en condiciones de suministrar en plazos, calidad y precios competitivos".

El porcentaje de componentes argentinos en los electrónicos ensamblados en el Sur no llega al cinco por ciento en la mayoría de los productos ensamblados. En muchos casos, tampoco se fabrican en el país las cajas y las etiquetas. "Hasta las cajas en las que se empacan los electrónicos vienen del sudeste asiático con la impresión Made in Argentina", dijo una de las fuentes consultadas.

"Todos los argentinos aportamos para promocionar la radicación de empresas de electrónica de consumo en Tierra del Fuego. Las empresas, algunas establecidas en la isla desde hace más de tres décadas, deben tomar nota de esta realidad y comenzar a comprar insumos de alto valor agregado local. No debieran alegar diferencias en el costo de los productos", afirmó Claudio Krämer, gerente de Cadieel.

Según esa cámara, en el primer cuatrimestre de 2011, la compra en el exterior de productos terminados y componentes para ensamblar computadoras portátiles, celulares y televisores LCD registró un déficit de 1750 millones de dólares. En el mismo período, las compras de partes y piezas para celulares se multiplicó por tres, mientras que las correspondientes a computadoras portátiles lo hizo por cinco. "Es decir que las divisas que no salen por la compra de equipos terminados se van vía importación de piezas", lamentó Krämer, cuya entidad propone la creación de un programa de desarrollo de proveedores locales.

Ante la consulta de LA NACION, fuentes del Ministerio de Industria respondieron que hay casos de proveedores locales, "como PC Arts (fabricante de las computadoras Banghó) y Novatech, en el caso de módulos de memorias RAM.

También hubo acercamiento en el sector de aires acondicionados para que los fabricantes de Tierra del Fuego compren insumos en el continente".

En tanto, Alejandro Mayoral, presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónicos (Afarte), que agrupa a las cinco plantas de ensamblado existentes en el Sur, beneficiadas por la promoción industrial, afirmó: "La industria nacional no es contraria a ese pedido, no tenemos problema de estudiar el desarrollo de proveedores y formar un cluster productivo. No hay una intención deliberada de no cooperar, pero a veces el proveedor no existe y sería bueno poder desarrollarlo. Lo curioso es que se hable de este sector y no de otros insumos como, por ejemplo, para hacer camisas".

Al reclamo de Cadieel se sumaron gestiones informales de otras entidades que agrupan a fabricantes de componentes. "Las empresas radicadas en el Sur no compran prácticamente nada en el continente, importan sin impuestos y exportan al resto del país sin impuestos. Las empresas en el continente fabricamos y diseñamos equipamiento, mientras que las que están en Tierra del Fuego no tienen centros de desarrollo propio, traen diseños importados, los ensamblan y exportan al mercado interno. Lo importante de tener una industria nacional es que el capital y las utilidades queden en el país y no que se exporten como royalties, como ocurre ahora", afirmó Jorge Berti, secretario de la Cámara de la Industria Informática, Electrónica y Comunicación del Centro de la Argentina (Ciecca), una entidad que agrupa al tradicional sector electrónico de Córdoba.