PROVINCIALES
INSULTOS POR DOQUIER
Protesta vecinal buscó empañar la inauguración del Polo Deportivo
26/04/2014. Un grupo de personas acompañadas por dirigentes sociales hicieron saber su descontento durante la inauguración del flamante edificio. Reclamando tierras habitables, irrumpieron en las tribunas del complejo, repartieron insultos a granel y hasta arrojaron huevos contra los ventanales.
Se trata del grupo de vecinos del Valle de Andorra que, junto a dirigentes de organizaciones sociales, protestaron reclamando tierras habitables y rechazando los recientes desalojos que encaró la Municipalidad de Ushuaia en la mencionada zona.
Los insultos formaron parte del rosario de agresiones que recitaron incesantemente contra todo funcionario que se apareció por el lugar. Salvo, eso sí, los representantes del Gobierno provincial que fueron curiosamente exentos de los improperios.
No se salvó ni siquiera José Estabillo. El ex Gobernador y actual titular del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFFIR), fue silbado, abucheado e insultado no solo al ingreso del edificio sino además durante su discurso.
Los manifestantes pudieron ingresar al edificio a pesar del cordón policial que fue traspuesto por el grupo sin necesidad de apelar a la fuerza fuerza. En el interior del complejo se ubicaron ocupando una porción importante de las tribunas.
Desde ese lugar insultaron, gritaron, hicieron gestos obscenos y pronunciaron consignas de todo tipo contra la gestión municipal. “Queremos agua”, se le escapó a uno que portaba una pancarta pero que fue prontamente silenciado. Claro, el servicio de agua debe brindarlo el Gobierno provincial y no era contra ellos la jornada de protesta.
El colmo llegó cuando una persona sin identificar decidió arrojar un par de huevos contra el vidrio blindado que permite desde las tribunas observar las dos piletas. Allí, un grupo de vecinos que se habían sumado al acto increparon al grupo y les exigieron que cesaran en su actitud. De milagro la cosa no pasó a mayores.
Pero la agresión contra el edificio que estaba siendo inaugurado no cesó allí. Un grupo de jóvenes rodeó el complejo y en los ventanales que se emplazan al borde mismo de las piletas, escribieron consignas agraviantes con el barro que juntaban a nada más que un par de pasos del lugar.
Nuevamente fueron increpados por los vecinos. Los jóvenes que ensuciaron varos ventanales mientras se inauguraba el edificio debieron deponer su actitud porque las personas que observaban la inauguración desde ese lugar, no toleraron semejante falta de respecto para con el patrimonio de toda la comunidad.
En ambos casos la respuesta policial fue tardía. No había efectivos de la fuerza de seguridad ni dentro del edificio ni rodeando el predio. Por ello, cuando llegaron los policías a ambos lugares, ya no era necesaria su presencia porque los propios vecinos pusieron en su lugar a quienes no entendieron que una cosa es protestar por un reclamo legítimo y otra muy diferente es atentar contra el patrimonio comunal, desvirtuando de por sí el motivo de la arenga.