Mientras Arias alaba su gestión, hospitales siguen sin cirugías programadas

El ministro de Salud de Tierra del Fuego, Andrés Arias, concretó la incorporación del médico número 50 en los 18 meses que lleva al frente de la cartera sanitaria y según contó el propio funcionario, “se trata de la doctora Bibiana Álvarez”.

Arias agregó que la designación “se suma a la del doctor Casas, ambos especialistas en Terapia Intensiva de Adultos, para el Hospital Regional Río Grande” e informó que “se encuentran en trámite de designación unos 10 médicos más. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, dos neonatólogos para el Hospital de Ushuaia”.

El Ministro remarcó que “el número de designaciones entre técnicos y profesionales es de alrededor de 180” destacando que “se trata de la política más exitosa de incorporaciones en la historia de la provincia de Tierra del Fuego”.

No obstante, Arias puntualizó que “aún falta incorporar profesionales médicos en algunas especialidades sensibles” y explicó que para lograrlo en el menor tiempo posible “se está trabajando en conjunto con directores de hospitales, directores de APS, jefes de servicio y diferentes profesionales”.

Para finalizar, el titular de la cartera sanitaria comentó que “el objetivo es cubrir las necesidades actuales y futuras que puedan surgir a partir de jubilaciones o de la salida de profesionales por motivos personales”.

Sin esterilizadores

Pero la otra cara de la moneda deja expuesto al sistema de salud provincial porque mientras el Gobierno celebra la incorporación de nuevos profesionales, nada dice Arias sobre el penoso panorama de los nosocomios.

Según publicó el Diario del Fin del Mundo, el Dr. Carlos Cabrera, miembro del Sindicato de Profesionales de la Salud (SIPROSA), de la Asociación de Profesionales Médicos del HRU (APHRU), y de la Mesa de Salud, confirmó que desde el lunes pasado se suspendieron todas las cirugías programadas en el Hospital Regional Ushuaia y actualmente sólo se atienden urgencias, debido a la falta de equipamiento de esterilización en el nosocomio.

El profesional indicó que “se está enviando a esterilizar los instrumentales urgentes a la Clínica San Jorge, lo cual se paga aparte, en tanto que lo textil se sigue mandando al Hospital Regional Río Grande, y además se maneja equipos de cirugía y ropa de quirófano descartables”.

Explicó que hace una semana “se rompió la bomba de la estufa externa, que es otra técnica para esterilizar instrumentales y aparatos de alta precisión, y nos quedamos sin esterilización en el hospital, sumado a que el Hospital Regional Río Grande no realizó el envío porque tenían algunos problemas”.

“Sin stock suficiente se suspendieron las cirugías programadas y quedamos en un plan de emergencias, que es lo que se viene realizando toda la semana pasada, puesto que todos los días hay una cirugía de emergencia”, detalló.

En relación al equipamiento para esterilización, Cabrera especificó que en el caso de “la autoclave tiene una antigüedad de seis años, y las estufas tienen 30 años de uso, las cuales fueron reacondicionándose”.

“Es un problema más de todos los que vienen sucediendo con la falta de mantenimiento, además de la existencia de equipos que quedan obsoletos y deben ser renovados”, reclamó, exclamando que en este caso se quedaron “simultáneamente sin ninguna alternativa de esterilización”.

En este sentido, sostuvo que “no hay respuestas”, por parte del Ministerio de Salud, y expresó que “los equipos se siguen rompiendo, parando y no hay compras nuevas”. Asimismo destacó el trabajo que se realiza desde el área de electromedicina y mantenimiento del nosocomio, quienes “hacen lo que pueden tratando que de los equipos sigan funcionando”.

“El service preventivo para cada maquinaria, debería ser lo normal y lógico, ya que en el mismo se detecta problemas a corto plazo, entonces se resuelve el problema antes que aparezca”, dijo el profesional señalando que los mismos no se realizan hasta que salen los equipos de funcionamiento.

En tanto que comentó que “cada sector ha estado reclamando por nota como corresponde permanentemente y alertando de los problemas que van a suscitar y terminan suscitándose, y hay pedidos de renovación de equipos de varios años”. Al respecto, indicó que por ejemplo el tomógrafo “estuvo parado durante 2 semanas y medias y finalmente se arregló, pero no definitivamente”.

También agregó que existen dificultades edilicias en el nosocomio, y “estamos expuestos a que si llueve mucho colapsen los desagües, el problema no está todo resuelto en materia edilicia tampoco”.

Para concluir, resaltó la voluntad del trabajo de los profesionales del HRU, considerando que “sí la gente en este momento hiciese valer las condiciones de trabajo, al hospital abría que cerrarlo. Desde hace más de dos años el Hospital Regional Ushuaia está trabajando al límite en todas sus áreas, desde lo profesional, el recurso humano, insumos y aparatología”.