RIO GRANDE.- En una entrevista brindada a Aire Libre FM, el reconocido ex combatiente de Malvinas y periodista fueguino, Daniel Guzmán, arrojó luz sobre las circunstancias que rodean la instalación del polémico 'radar inglés' en la localidad de Tolhuin.
Guzmán, quien ha estado investigando profundamente este asunto, señaló un documento de 126 páginas que muestra cómo Tierra del Fuego se adelantó en la aprobación del radar antes que el Gobierno nacional otorgara su permiso. Según sus declaraciones, un expediente de la Secretaría de Ambiente de Tierra del Fuego, abierto el 29 de abril del año pasado, culminó con la aprobación para iniciar las obras que resultaron en el radar. Curiosamente, la autorización por parte de la Subsecretaría de Comunicación y Colectividad de la Nación se produjo cinco meses y trece días después, el 15 de noviembre.
"¿Cómo es posible que Tierra del Fuego se adelante a la Nación en la aprobación de algo que esta última ni siquiera había autorizado precariamente?", cuestionó Guzmán en la entrevista. Este hecho ha llevado a una inversión de roles, donde parece que la iniciativa se gestó primero en Tierra del Fuego y luego fue autorizada por el gobierno nacional.
La controversia se agudiza por la aparente falta de coherencia en la aprobación y la identidad de la empresa responsable del radar. Guzmán destacó que la Inspección General de Justicia, a través del Boletín Oficial, reveló que las empresas detrás del proyecto no eran estadounidenses como se pensaba inicialmente, sino que tenían sede en Dublín, Irlanda, y Londres, Inglaterra. Esta discrepancia plantea interrogantes sobre cómo se permitió la aprobación en estas condiciones y por qué se pasó por alto la información correcta.
El periodista subrayó que la situación es cada vez más compleja y preocupante. El Ministro de Defensa de la Nación, Jorge Taiana, solicitó la suspensión definitiva del radar en Tierra del Fuego debido a sus posibles implicaciones en la seguridad nacional y la soberanía. Además, hay inquietudes sobre el papel del radar en la recopilación de información e inteligencia.
En este contexto, Guzmán realizó una analogía con la seguridad de los dispositivos móviles. Así como los celulares pueden ser potencialmente utilizados para escuchar incluso cuando están apagados, el radar británico podría estar operando de manera similar en Tolhuin, sin el conocimiento de la población.
El periodista también resaltó un informe elaborado por diversas entidades, incluyendo el INVAP, la CONAE y el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, que respalda la preocupación del Ministro Taiana. Estas entidades de alto nivel en la defensa argentina consideran que el radar pone en riesgo la seguridad nacional y la soberanía.
Para Guzmán, el camino a seguir involucra tres etapas. En primer lugar, se debe determinar las responsabilidades tanto a nivel nacional como provincial en relación con la aprobación del radar. Luego, se debe considerar qué hacer con el radar, y aquí el periodista sugiere la posibilidad de expropiación para mantener el control soberano. Finalmente, se debe promulgar legislación a nivel nacional y provincial para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro.
El periodista también resaltó que la Secretaría de Ambiente provincial otorgó la autorización antes que la Nación, lo que plantea un enigma adicional en este caso.
En resumen, la instalación del radar británico en Tolhuin desencadenó una serie de cuestionamientos profundos sobre su aprobación, seguridad nacional y soberanía. Las declaraciones de Daniel Guzmán y la preocupación del Ministro Taiana resaltan la necesidad de investigar más a fondo este asunto y tomar medidas adecuadas para salvaguardar los intereses de la nación y la provincia.
