Legisladora Del Corro usó pasajes oficiales durante el receso invernal

Mediante la resolución de Presidencia 320, el legislador Juan ‘Pipo’ Rodríguez, vicepresidente primero a cargo de la Legislatura, autorizó la emisión de pasajes para la legisladora Amanda Del Corro, para trasladarse a la ciudad de Buenos Aires.

La noticia no sería llamativa, de no ser por el motivo expuesto y la fecha elegida, dado que las gestiones “inherentes a la función legislativa”, la parlamentaria oficialista las hizo durante las vacaciones de invierno.

La legisladora presentó la nota en su carácter de “presidenta del bloque del Partido Social Patagónico”, al vicegobernador Roberto Crocianelli. Allí informa sobre su “traslado a la ciudad autónoma de Buenos Aires, a partir del día 12 al 28 de julio, a fin de llevar adelante diversas tareas inherentes a sus funciones legislativas”, según expone la resolución de presidencia en los considerandos.

El documento “reconoce y autoriza” la extensión de un pasaje aéreo, ida y vuelta a Buenos Aires, fijando la ida el 12 de julio y el regreso el 28 de julio.

En el artículo segundo expresa que “no genera liquidación de viáticos”, otro dato inusual puesto que las gestiones en el marco del ejercicio del cargo deberían considerar los gastos de alojamiento, transporte y alimentación del funcionario, sobre todo cuando demandan catorce días.

Como nota de color, para una profesora con varios años de ejercicio de la docencia, se acompaña copia de la elevación del pedido por parte de Del Corro a Crocianelli.

Quizás demasiado ocupada en preparar las valijas como para reparar en detalles de redacción, se dirigió al Presidente de la Cámara en los siguientes términos: “Tengo el agrado de dirigirme al Ud. a efectos de poner en su conocimiento de mi traslado a la Ciudad de Buenos Aires entre los días 12 (doce) al 28 (veintiocho) de julio para realizar tareas inherentes a su función”. No queda claro si la parlamentaria realizó tareas inherentes a ‘su’ función, a la del vicegobernador a quien dirigió la nota.

Si este y otros temas debían ser supervisados por la comisión de receso, no fue posible esta vez, porque no quedaron legisladores a cargo.

A algunos medios les había llamado la atención la ausencia de una comunicación formal sobre quiénes integrarían esa comisión de receso, como prolijamente envía el área de Prensa Legislativa.

Pero no llegó porque en esta oportunidad se decidió obviar el mandato constitucional: en el artículo 101, la Constitución de la provincia dispone claramente que “antes de entrar en receso, la Legislatura designará de su seno una comisión”, con el objeto de “observar los asuntos de primordial importancia, interés público, social, jurídico y económico de la Nación y de la provincia, para su oportuno informe a la Legislatura”, “continuar con la actividad administrativa”, “convocar a sesiones extraordinarias a la Cámara siempre que fuere necesario”, y “preparar la apertura del período de sesiones extraordinarias”.