La presidencia del Concejo Deliberante y la dicotomía entre Boyadjian y Nogar

Pasaron las elecciones provinciales y para muchos, el año empieza a terminarse a partir de las definiciones políticas que desde junio, la ciudadanía de Tierra del Fuego y en especial la de Río Grande, fueron adoptando cada vez que se concurrió a las urnas.

Sin embargo, aún resta un tema por resolverse en el ámbito local y tiene que ver nada menos que con la conducción del Concejo Deliberante de Río Grande, tema que fue puesto sobre la mesa de debate apenas finalizadas las elecciones del 26 de junio pasado.

Ocurre que una vez definidos los siete representantes de cada una de las bancas disponibles, la polémica no tardó en llegar: Por un lado, la reelección de la edil por el Movimiento Popular Fueguino (MPF), Miriam Boyadjian, la puso automáticamente en un lugar de privilegio dado que es la única representantes que repetirá mandato. Los otros seis concejales debutarán en sus bancas.

Sin embargo, del otro lado, el edil electo por el Partido Popular (PP), Alejandro Nogar, abrió el juego de la discusión a partir de sus constantes declaraciones en cuanto medio de comunicación tuvo espacio. Allí, destacó que al ser la nómina más votada para ese estamento, le correspondía a él por propio derecho regir los destinos del cuerpo deliberativo al menos durante el primer año.

Sin experiencia en la arena política y llegando a ese lugar por el sustento económico de una campaña costosa que lo tuvo siempre cerca de Jorge Colazo, el empresario nocturno devenido en político no midió los tiempos políticos y puso en discusión un tema que normalmente se resuelve por consensos más que por caprichos e imposiciones.

Y además, como si esto fuera poco, Nogar dejó expuestos a sus pares a quienes obligó a sentar postura pública mucho antes de que se iniciara una discusión formal entre los siete ediles que asumirán sus cargos en diciembre próximo.

Obviamente, con ese panorama impuesto a la fuerza por el propio edil del PP, no les quedó otra a los concejales que empezar antes de tiempo una negociación que por lo bajo ya parece definida en favor de Miriam Boyadjian.

Si bien los ediles electos prefieren no hablar en voz alta del tema, por lo bajo sientan postura y se encargan de que corran sus dichos con suficiente fuerza como para que propios y extraños se den por aludidos.

Entonces, el panorama habría quedado más o menos así: Descontado que Laura Colazo apoyará a Alejandro Nogar y que Mauricio Oyarzo hará lo propio con Miriam Boyadjian, la atención se centra en lo que decidan Alfredo Guillén, Esteban ‘Chiquito’ Martínez y Héctor ‘Moncho’ Garay.

En primer término, Las distancias que imponen la gestión municipal y el colacismo hacen evidente que el actual gerente de la Agencia de Deportes Municipal, Alfredo Guillén, decantará indefectiblemente su apoyo hacia Boyadjian. “No hay posibilidades de que Alfredo vote por Nogar”, destacó un allegado al edil radical.

Del mismo modo, ‘Moncho’ Garay ya se habría reunido en un par de oportunidades con Boyadjian para analizar temas a tratar el próximo año y los que presenciaron esos encuentros destacaron lo cordial del diálogo. Si a eso se le suma la enemistad manifiesta que existe entre el FPV y el PP, todo hace presagiar que ese voto también podría inclinarse hacia Boyadjian.

Por último, Esteban ‘Chiquito’ Martínez ya le habría dado su palabra a Boyadjian de brindarle su apoyo para que el primer año se siente en el sillón que actualmente ocupa Juan ‘Pipo’ Rodríguez. En su círculo íntimo aseguran que a pesar de que conoce a Nogar desde su infancia, a ‘Chiquito’ no le hace gracia que el hijo de un peso pesado del MPF haya dejado su partido para correr detrás de Colazo.

“Aunque no le guste, Alejandro lleva un sello que dice ‘Colazo’ en la frente y va a ser difícil que se lo saque”, dicen los más cercanos de Martínez que a su vez plantearon: “No queremos que Colazo se nos meta en el Concejo Deliberante y darle la presidencia a Nogar puede derivar en un conflicto constante con el Ejecutivo”.

Justamente, ese es uno de los puntos que más evalúan los ediles. El perfil dialoguista de Gustavo Melella y el fuerte recambio que habrá entre los funcionarios de primera línea municipal hacen que la mayoría de los ediles pretendan llevar adelante un período de diálogo, consensos y debates maduros sin estridencias, acompañando lo que se hace bien y marcando el rumbo cuando las cosas puedan llegar a desviarse. Y el estilo colacista no es precisamente ese.

Sin dudas, las próximas semanas serán definitorias para saber si efectivamente los ediles acompañarán la experiencia y la trayectoria de Miriam Boyadjian con un perfil sin disonancias o si, por el contrario, le darán la posibilidad a un electo que hace sus primeras armas en la política vernácula.