RIO GRANDE.- Un nuevo escándalo de proporciones alarmantes sacude a la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF), con graves denuncias de sobreprecios millonarios en la adquisición de medicamentos. La Legislatura provincial se convirtió en el epicentro de la polémica, luego de que trabajadores de la obra social, munidos de información proveniente del Tribunal de Cuentas, alertaran sobre la existencia de manejos irregulares que inflarían significativamente el costo de los fármacos.
Las denuncias presentadas revelan un esquema alarmante, donde medicamentos cuyo valor base rondaría los 200 mil pesos podrían haber sido facturados con sobreprecios que alcanzan hasta los 40 millones de pesos. Esta situación, de confirmarse, implicaría una presunta connivencia por parte del Ejecutivo provincial, generando un profundo malestar e indignación en la comunidad fueguina.
La gravedad de la situación se agudiza al contraponer estos presuntos sobreprecios con la realidad que enfrentan los afiliados a la Osef. Muchos de ellos perciben salarios bajos y, paradójicamente, se ven imposibilitados de acceder a los medicamentos que necesitan para tratar sus enfermedades, evidenciando una gestión que parece priorizar intereses económicos por sobre la salud de sus afiliados.
Elvia Aguero, delegada de ATE en OSEF, respaldó enfáticamente estas denuncias en declaraciones radiales que brindó en Aire Libre, explicando la modalidad de los sobreprecios que se estarían investigando.
Cabe recordar que, desde el año 2009, la Osef contaba con la autorización para realizar compras directas de medicamentos a los laboratorios productores. El fundamento de este decreto era claro: al eliminar intermediarios, se buscaba obtener los mejores precios posibles, aprovechando la relación directa con quienes fabrican los fármacos.
La nueva modalidad impuesta en la gestión liderada por Gustavo Melella decidió modificar esta política, implementando un sistema de licitaciones con el argumento de que esto permitiría acceder a precios más competitivos. No obstante, la información aportada por los delegados de los trabajadores de la Osef demostraría un mecanismo que, lejos de generar ahorros, estaría justificando sobreprecios millonarios. Un dato particularmente llamativo, denunciado oportunamente, revela que un porcentaje significativo de las compras, alrededor del 38%, se realizarían al Laboratorio del Fin del Mundo, una entidad que no fabrica estos medicamentos y que, al actuar como intermediario, generaría un costo adicional injustificado para la Osef. Este nuevo escándalo promete generar fuertes repercusiones en la política provincial y exige una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y resguardar los fondos de la obra social y la salud de sus afiliados.