USHUAIA.- La Obra Social del Estado Fueguino (Osef) se encuentra en una situación financiera alarmante, con una deuda que asciende a $21.326.568.925,53. La crisis, que se manifiesta en turnos postergados, cirugías suspendidas y escasez de insumos básicos, ha llevado a la institución a solicitar un auxilio de $13.400 millones al Gobierno provincial que, de no concretarse, las consecuencias para el sistema de salud podrían ser devastadoras. Ante esta situación, se plantea la dificultad de que la obra social pueda mantenerse en pie hasta que termine la gestión que lleva adelante el gobernador Gustavo Melella.
El presidente de Osef, Mariana Hruby, advirtió al ministro de Economía, Francisco Devita, sobre el déficit, que se concentra en pagos adeudados a sanatorios, hospitales, anestesistas y farmacias locales. En su nota oficial, Hruby señala que, sin el refuerzo financiero solicitado, se torna "imposible sostener los servicios médicos para los afiliados".
La falta de liquidez ya impacta en la atención diaria de los afiliados, quienes enfrentan turnos postergados, cirugías suspendidas y escasez de insumos básicos. Prestadores de salud han comenzado a reclamar medidas urgentes para garantizar la continuidad de tratamientos oncológicos, rehabilitaciones y la provisión de prótesis.
La deuda de Osef incluye reclamos significativos, como los casi $5.749 millones adeudados a la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias, $2.989 millones a CEMEP SRL y $2.449 millones al Sanatorio San Jorge. Estos montos impagos afectan directamente la provisión de medicamentos, anestesia y la disponibilidad de camas en hospitales de Ushuaia y Río Grande.
Auditores internos señalan que la falta de un plan de mediano plazo, la postergación sistemática de pagos y la ausencia de controles internos han derivado en sobreprecios millonarios en insumos y equipamiento. Mientras tanto, el gobierno provincial ha priorizado otros gastos.
Ante esta situación, Hruby exige, además del auxilio financiero inmediato, un plan de reestructuración integral que contemple la renegociación de aranceles, la revisión de convenios y la modernización administrativa de Osef. Advierte que, de no implementarse estas reformas de fondo, cualquier inyección de capital solo funcionará como un parche temporal y prolongará la crisis del sistema.