USHUAIA.- Este 20 de junio, en la capital de Tierra del Fuego, se llevará a cabo la tercera edición del desafío de nadar en las frías aguas del Canal de Beagle durante la noche más larga del año. Nadadores de diferentes partes del mundo se reúnen en Ushuaia para cumplir con esta prueba que forma parte de la "Fiesta de la Noche más Larga", celebrada con cada llegada del invierno.
Entre los 31 valientes nadadores que se lanzarán al Beagle a las 00:00 del miércoles 21, se encuentra Sebastián Follmez, un pampeano de 59 años. Follmez, quien se acercó al atletismo a los 50 años luego de una apuesta en un asado, representará al Club de Farmacia en esta desafiante travesía.
Para Follmez, nadar 500 metros en estas condiciones extremas parece una eternidad. A pesar de haber practicado natación en aguas frías en su ciudad natal General Pico (La Pampa), al llegar a Ushuaia se encontró con un desafío completamente diferente. Con humor, el triatleta reconoció la verdadera frialdad del agua en Ushuaia y destacó la importancia de su adaptación durante los días previos a la prueba.
"Aquí estoy nadando con un traje de neopreno, pero los nadadores experimentados lo hacen sin protección. Para mí, esta será la primera vez en aguas tan frías, y es todo un desafío. La adaptación que estoy realizando en estos días es crucial", explicó Follmez, quien también ha sufrido hipotermia en una carrera anterior.
El pampeano relató con entusiasmo cómo logró superar sus propios límites al enfrentar el agua fría y destacó la experiencia única que representa. Durante su última práctica, tuvo un encuentro sorprendente con ballenas cercanas, lo cual le dejó una profunda impresión.
Sebastián Follmez tiene una historia de transformación notable. Hace unos años, pesaba casi 110 kilos y llevaba un estilo de vida poco saludable. Sin embargo, gracias a una apuesta y su determinación, se convirtió en un deportista. Comenzó a correr y, con el apoyo de tres policías del Grupo Especial, encontró la disciplina necesaria para llevar una nueva vida.
El paso de correr carreras de fondo a los triatlones no fue sencillo para Follmez, ya que no sabía nadar. El miedo al agua que arrastraba desde su infancia lo llevó a superar sus temores y aprender a nadar desde cero en apenas dos meses. Ahora, se encuentra en Ushuaia, a pocos días de enfrentar el desafío de nadar en el Beagle durante la noche más larga del año, y ya tiene en mente el próximo desafío que es nada menos que el desafío Ironman de Buenos Aires que se realizará en unos meses.
Sebastián Follmez es un ejemplo de superación personal y de cómo el deporte puede transformar vidas. Su participación en esta travesía en Ushuaia es un testimonio de valentía y determinación ante los desafíos más extremos.