PROVINCIALES
UNA MIRADA A LO QUE VIENE
La Legislatura fueguina y el gran desafío de mostrar otra imagen
05/01/2012. Los últimos cuatro años no fueron los únicos pero sí los que más acentuaron el alejamiento entre el Poder Legislativo y la sociedad. Con la nueva etapa iniciada, los parlamentarios mostraron cierto dinamismo que, de continuar, bien puede ayudar a revertir esa distancia. En ese contexto, delfuego noticias repasa los puntos clave de una relación quebrada que merece reponerse.
Es que razones, a la gente, no le faltan. Los últimos cuatro años fueron especialmente decepcionantes. No sería justo cargarle toda la responsabilidad a una sola gestión pero en gran parte, los parlamentarios que acabaron hace días su mandato hicieron méritos suficientes como para llevarse el máximo (y no tan deseado) lauro.
A los ojos de la sociedad, la Legislatura de Tierra del Fuego se convirtió en una ‘máquina de impedir’ donde la ‘rosca política’ y el ‘chicaneo’ le ganaron a los intereses genuinos de un Poder Ejecutivo que necesita del Legislativo tanto como éste de su par. La Trilogía de Poder, que se completa con el Judicial, demostró poco sincronismo en los últimos años pero la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo fue especialmente tortuosa.
Y las urnas dieron el veredicto final. En los pasados comicios provinciales del 26 de junio, el voto en blanco arrasó en la Legislatura. Allí, el 24,77% de la comunidad decidió no votar a ninguno de los candidatos. ¡Y mire que había opciones!
Para más datos vale recordar que las dos listas más votadas, Frente Para la Victoria (FPV) y Unión Cívica Radical (UCR) cosecharon 6.985 y 6.955 votos, respectivamente. Pero el porcentaje es lo que realmente hace ver la realidad: 9,77 y 9,73 por ciento del total de votantes habilitados. Está claro que a la gente poco le importa elegir a sus representantes en el parlamento provincial.
Desafío por delante
Los 15 nuevos legisladores provinciales tiene un desafío frente a cada uno de ellos y en conjunto, uno muy difícil: devolverle a la comunidad una imagen de madurez que haga que la gente, en contrapartida, vuelva a interesarse por lo que ocurre en el recinto legislativo.
Para ello, el Partido Social Patagónico (PSP) que hoy suma las mayorías de antaño y que se sabe complicado, puso a funcionar su estructura negociadora y llegó a sendos acuerdos de convivencia con la UCR y el Movimiento Popular Fueguino (MPF). Así, Ríos consiguió el acompañamiento a proyectos clave que en el arranque debieron decidir los flamantes legisladores.
Quedaron fuera de la negociación tres fracciones de origen peronista. El propio Partido Justicialista (PJ), el Frente Para la Victoria (FPV) y el Partido Popular (PP), fuerza colacista sin ideología propia y con rumbo incierto pero mucho más cerca del justicialismo que de cualquiera de las otras extracciones políticas.
Así, la primera batalla -léase sesión especial tras la asunción, con continuidad unos días después- dejó bastante golpeado al FPV y demostró cierto criterio de unidad en los restantes bloques que hizo que Juan Arcando, Myriam Martínez y Héctor Tapia ya plantearan las visiones de fantasmas de viejas costumbres que, por ahora, aún parece prematuro certificar.
Por lo pronto, hay un signo conjunto que la sociedad ya percibió y que a futuro, puede ser alentador. Los nuevos legisladores se mostraron activos, con interés de sesionar (que, aunque parezca remanido, es para lo que se los eligió) y de comenzar a resolver algunas cuestiones que requieren de su intervención.
Así, prontamente aprobaron la Ley de Ministerios, herramienta que entendieron necesaria para que Fabiana Ríos lleve a cabo sus cuatro años de mandato de acuerdo a su estrategia política y a las necesidades de la coyuntura provincial.
Además, extendieron la Emergencia Urbano Ambiental -otro pedido expreso del Gobierno fueguino- , designaron a los representantes de la Legislatura en el Consejo de la Magistratura, ente encargado de designar y remover jueces y se reunieron con las autoridades del IPAUSS, a quienes demostraron amplio conocimiento de la situación actual del mega instituto.
En una semana, la nueva Legislatura provincial sesionó tres veces. Durante todo el 2011, la Legislatura saliente solo pudo sesionar cuatro veces. Como primer paso, es bastante alentador y dependerá solo de ellos mismos -los parlamentarios- que este ritmo de trabajo no decaiga. Solo así, el tan mentado ‘cambio de imagen’ que ellos mismos dicen impulsar será posible. Y, como ocurre casi siempre, el tiempo será testigo.