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PELIGRA LA CAMPAÑA ANTARTICA

La gripe aviar amenaza a la Antártida Argentina

La presencia de la cepa altamente patógena de la gripe aviar en aves y mamíferos del Cono Sur, incluyendo Uruguay, ha desencadenado medidas preventivas ante su posible llegada a la Antártida, planteando desafíos adicionales para la próxima campaña científica en el continente blanco.

La gripe aviar amenaza a la Antártida Argentina

ANTÁRTIDA ARGENTINA.- La amenaza de la gripe aviar ha llegado a la puerta de la Antártida, un territorio remoto y frágil donde la vida y la investigación científica se rigen por estrictos protocolos internacionales. La cepa altamente patógena de la gripe aviar, especialmente la H5N1 del clado genético 2.3.4.4b, ha afectado a aves y mamíferos en el Cono Sur, incluyendo a Uruguay, y ahora se teme su posible llegada al continente antártico.

El continente antártico es un lugar de extremos, tanto en términos de clima como de regulaciones internacionales. Gracias al Tratado Antártico, firmado en 1959 y vigente hasta 2048, las naciones que mantienen bases en la Antártida deben realizar investigaciones científicas, cooperar internacionalmente y abstenerse de actividades no pacíficas. Esto implica que la planificación de una campaña antártica es minuciosa y requiere una logística rigurosa. Los equipos de investigación deben llevar consigo todo lo necesario, ya que no pueden adquirir suministros en el lugar.

La situación se complica aún más debido a la llegada de la gripe aviar a América del Sur. Aunque hasta el momento no ha alcanzado la Antártida, los informes indican que su llegada es probable debido a su propagación en el sur de Sudamérica. Desde octubre de 2021, el mundo ha enfrentado una panzootia global sin precedentes causada por esta cepa de gripe aviar, afectando a millones de aves en diversas regiones, con Australia, Nueva Zelanda y la Antártida como las únicas áreas libres del virus en agosto de 2023.

La propagación

El virus comenzó en Canadá en 2021 y se extendió por toda la vía atlántica hacia Estados Unidos en 2022. Luego, afectó gravemente a la fauna silvestre del hemisferio norte. En octubre de 2022, llegó a América Central y continuó su expansión por América del Sur, llegando finalmente a Uruguay en febrero de 2023. Esto pone en riesgo la próxima campaña científica antártica, ya que se espera que la gripe aviar llegue al continente blanco durante el verano austral de 2023/24.

La propagación del virus se ha observado en aves marinas y mamíferos marinos, con una alta mortalidad en especies como pelícanos, piqueros, cormoranes, pingüinos y leones marinos sudamericanos. La transmisión se produce a través de secreciones fecales y respiratorias, lo que sugiere múltiples rutas de contagio. Las aves y mamíferos que anidan en colonias densas y tienen hábitos migratorios son especialmente vulnerables.

Cómo llegaría a la Antártida

En la Antártida, la gripe aviar podría ingresar a través de aves como gaviotas, skúas pardos, petreles gigantes del sur y vainas blancas, o incluso a través de pinnípedos como lobos marinos antárticos, elefantes marinos del sur y focas leopardo. Las islas subantárticas entre el extremo sur de América del Sur y la Península Antártica, especialmente las Malvinas, son las más vulnerables a la llegada del virus.

En este contexto, el Instituto Antártico Uruguayo (IAU) está tomando medidas para abordar esta amenaza. Se ha formado un grupo de trabajo para desarrollar un protocolo de acción que permita minimizar los riesgos para el personal en la Antártida. La seguridad es primordial, ya que cualquier complicación médica en este lugar remoto sería grave.

A pesar de estos desafíos adicionales, la campaña científica en la Antártida sigue adelante. Se están implementando medidas de bioseguridad, como el uso de máscaras N95, gafas protectoras y desinfección rigurosa, para proteger al personal y a la fauna local. Los científicos están preparados para enfrentar la gripe aviar y contribuir al conocimiento global sobre esta epidemia, aunque aún se deben tomar decisiones sobre cómo proceder en caso de brotes.

La gripe aviar representa un nuevo reto para la investigación antártica, pero los científicos están comprometidos en superarlo y continuar su trabajo en este entorno único y valioso.

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