RIO GRANDE.- En el programa ‘Café Tecnológico’ de Radio Universidad 93.5 ‘La Tecno’ conducido por Carlos Clark y Gustavo Tielens, el ingeniero Francisco Álvarez, director general del CIERG, las directoras María Rita Lanieri y Lourdes Sainz, del Jardín de Infantes ‘Rosarito Vera’, Gabriela Ameri y Claudine Guillemette del CIERG (Colegio Integral de Educación Río Grande); y, Fernanda Catrileo y Cecilia Montesinos de la EADEB (Escuela Austral de Enseñanza Bilingüe), fueron entrevistadas por el Trigésimo aniversario de las instituciones educativas dependientes de la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional y de la FUNDATEC (Fundación Tecnológica). También durante el programa se sumaron ex alumnos, incluso llamando desde Europa, para destacar a las distintas instituciones educativas, desgranar recuerdos y vivencias.
Escuela Austral de Enseñanza Bilingüe
Cecilia Montesinos, quien hace ocho años que está al frente de la dirección de la rama bilingüe, confió que “la historia está presente y mucho. Soy graduada del ISPRG (Instituto Superior del Profesorado Río Grande) y tuve la posibilidad de empezar a trabajar siendo estudiante. Primero hice pasantías y después empecé a trabajar como profesora de Inglés; es como que fui creciendo también con la escuela y la verdad que es un desafío y siempre agradezco el voto de confianza de haberme convocado para esta tarea y después porque esto de la rama bilingüe, exige ir pensando en términos de lo que sucede en la actualidad, no solo acá, sino en el mundo. Entonces, desde ese lugar, lo planteo como un desafío”.
Agregó que “hace 24 años que ingresé, empecé muy chiquita, pero como estudiante todavía. Estaba en el Profesorado y en primer año me convocaron para hacer una pasantía en la secretaría y al año siguiente ya me convocaron para estar en el aula, siendo las dos cosas, estudiante y ‘teacher’ de los años más bajos, después ya quedé como ‘teacher’, auxiliar y fui creciendo con la escuela”.
Por su parte, Fernanda Catrileo contó que “hace 18 años que estoy en la escuela, de los cuales cinco he estado como docente. He pasado por auxiliar docente, después como maestra de primero, he compartido con Cecilia también salones, grados y el resto de los años como directora. Y estos 30 años se nota, uno va para atrás y ve muchas cuestiones de los chicos que pasan al CIERG y que ya vienen y uno dice cuántos que han crecido, qué grandes que están. La verdad que hay proyectos y en los últimos años hemos ido colocando más proyectos, teniendo más iniciativas, por ahí que no teníamos en su momento. La verdad que es un gran desafío estar trabajando en la EADEB. Yo que también trabajo en la escuela pública, uno ve las diferencias en trabajar, la organización y todo es totalmente distinto. Para mí es un placer y sigo eligiendo trabajar en el EADEB cuando por ahí me podría ir a la escuela pública directamente a trabajar”.
Consultada sobre los proyectos de la escuela primaria, dijo que “tenemos muchos en general, porque de hecho nosotros tenemos el proyecto de la radio (programa ‘Pequeños Sueños’ en Radio Universidad 93.5), donde los chicos nuestros vienen a hacer el programa tanto en inglés como en español. Tenemos el proyecto de armar el diario de la escuela, es el info de EADEB, que también lo trabajamos desde este lugar, y seguimos trabajando. En lo que hace proyectos internos de la escuela, tenemos proyectos de filosofía para niños, los proyectos de informática de computación, tenemos proyectos en folclore. O sea, hay muchas cosas de las cuales hemos ido incorporando año a año”.
Cecilia agregó que “hay también salidas recreativas que se dan en diferentes años y que cada año tratamos de cambiarla, que no sea siempre lo mismo que todos los Quintos siempre se van a esquiar. El año pasado fue diferente y este año también la propuesta es otra. Asimismo hemos ido cambiando en función de las demandas. Nosotros antes rendíamos exámenes internacionales que tenían que ver con materias específicas y la pandemia nos cambió la cabeza y nos puso hacia otra perspectiva. Entonces fue cambiar y virar hacia rendir exámenes de lengua y no así de contenido, sino que los chicos puedan usar la lengua para expresarse”.
Añadió que “eso también fue nuevo. Ya este es el segundo año que empezamos a rendir esos exámenes. Muy contentos y se ha notado la implementación, digamos, necesitando buenos resultados. Los papás también están contentos de esto. Y con la obra a fin de año, todavía no está decidida cuál será, pero siempre es una sorpresa para los papás, porque es la primera vez que ven a sus hijos expresarse y hablar en inglés. Porque muchos nos dicen, en casa nunca dijo nada. Entonces no sabemos hasta qué punto y cuando los ven ahí, la verdad que los papás se van re contentos, los chicos ni hablar”.
Completó que “para nosotros es una emoción. Y lo que nos está pasando últimamente - que no sabemos si es porque estamos más grandes- es esto de recibir niños que son hijos de egresados, o de chicos que ya pasaron por primaria, que nosotros ya los tuvimos. El año pasado, de hecho, el chico que nos ponía la música en la obra fue egresado nuestro y fue alumno nuestro. Tenemos estudiantes que están cursando que son hijos de egresados”.
Jardín de Infantes ‘Rosarito Vera’
María Rita Lanieri, en tanto, que empezó en la UNPA (Universidad Nacional de la Patagonia Austral) estudiando hace 15 años y tuve la suerte de seguir trabajando en el jardín hace 12 años. Así que estoy muy contenta y siempre se vive la fiesta porque el jardín siempre festeja”.
“El Jardín es el corazoncito de la institución, son los más lindos, los más buenos, los más chiquitos, los más graciosos. El Jardín es el primer paso de este trayecto tan largo y corto a la vez, porque me pasó que vi egresar gente que empezó en el Jardín y era como, ¿esta gente ya egresa? Y nosotros empezamos en nuestro proyecto tipo general, el objetivo es empezar a constituir grupos. Un poco lo que decía esto de generar compañerismo, solidaridad, de pensar en el otro, de que pasamos de ser uno solo en casa, sentaditos en el sillón, a ser 28. Entonces ahora hay que esperar que les sirvan a los otros, que le den el lápiz primero a alguien más”, agregó.
“Todas esas cosas las vamos trabajando en Jardín; que las chicas los reciban con los bracitos abiertos en primer grado, porque siempre estás muy contentas de recibir amigos en primer grado, con mucho amor. Con mucha alegría y una sonrisa. Con una gran sonrisa y con los bracitos abiertos, porque son muy chiquitos y cada año me pasa lo mismo. Cuando llegan los de tres años, ingresan por las puertas, yo veo como son muy pequeños, pero después tienen que venir, tienen que estar en la sala. Y bueno, siempre logramos un poco de, tipo no tenemos una materia, pero debería llamarse la materia Los Payasos del Jardín, con las chicas que le ponen toda la mejor onda para que ellos se adapten, no lloren, se queden y arranquen el trayecto”.
Confió que “después en 5 años lloramos, porque obviamente cuando egresan, esos pequeños que el guardapolvo les quedaba a mitad de tobillo, ya es cortito y ya pasan con las chicas acá a la primaria”.
Compartió que los niños “conformen un grupo, estén como pensando en esto que piensen en el otro, además de los contenidos lógicos. Cada colegio tiene su propia impronta más allá de los contenidos mínimos, nosotros debemos como iniciarlos en los conocimientos básicos, por ejemplo, matemáticas, figuras. Hay una cierta cantidad de figuras que tienen que saber. Conteo, las letras, el mínimo de las vocales, saber escribir su nombre, el perfil de egreso de una sala de 5, el que puedan escribir por ellos mismos, con el criterio espontáneo, que puedan iniciarse en las primeras palabras de la escritura, y bueno, obviamente, con el resto de las complementarias, música, educación física, tienen inglés, la gente de 5 viene por la tarde en inglés. Ellos también tienen biblioteca y tienen Español por la mañana y en Inglés los chicos de 5 vienen por la tarde”.
Colegio Integral de Educación Río Grande
Por su parte Claudine Guillemette explicó que es una de las coordinadoras generales junto con Gabriela Ameri. “Ambas hicimos un recorrido muy similar; las dos hace 11 años que estamos. Empezamos como profesoras, seguimos como coordinadoras de área en el mismo año y luego como coordinadoras generales. Fuimos convocadas hace tres años. También en el mismo día asumimos las dos como coordinadoras generales y tal como dice Cecilia Montesinos, tenemos grandes desafíos desde la Coordinación. Y si hablamos de proyectos, siempre van cambiando y tenemos diferentes proyectos, diferentes alternativas para elegir qué pueden llegar a ser nuestros estudiantes. Así que estamos en constante cambio y muy contentos”, confió.
Confesó que “todos tenemos un gran sentido de pertenencia a la institución”.
Gabriela Ameri, en tanto entendió que “lo que es interesante es poder revisionar el pasado desde la mirada actual. Cuando nos quedamos en la anécdota y en ese momento fundacional y que todo pasado fue mejor, hay que rebatir todo el tiempo. Me parece interesante pensar en las nuevas generaciones que instilan nuevos desafíos y empezar a planificar proyectos de esos lugares. Nosotros, como proyectos en particular podemos mencionar muchos, pero me parece que hay un proyecto colectivo, explícito, que tiene que ver con poder visibilizar la realidad social que estamos viviendo, que es muy compleja”.
Observó que “la pandemia nos picó fuerte, pero también estamos viviendo una realidad social que nos atraviesa a todos. Entonces, generar conciencia de clase y conciencia ciudadana en nuestros estudiantes me parece que es lo fundamental; generar empatía, hacer un fuerte trabajo, un trabajo ambiental. Estamos siendo azotados por tormentas terribles. Hay muchos ciudadanos que se han quedado en la calle, que no tienen los recursos como para poder sostener una vida como la venía teniendo. Y me parece que lo que implica la educación hoy es un compromiso social muy fuerte y un compromiso medioambiental muy fuerte también, el cuidado del lugar en el que vivimos, no un espacio territorial, sino un espacio simbólico también”.
Agregó que “hay revisionar el pasado desde esta mirada al futuro, de formar, creo que tenemos un alto grado de profesionales que tienen esta conciencia ciudadana. Hoy, de hecho, vino un ex-alumno, que hoy es concejal, a entregarnos un reconocimiento al colegio. La verdad que eso es muy bueno porque quedó en la memoria y no utilizó este espacio para hacer campaña; lo utilizó de una manera genuina y quería venir y nos contó su experiencia ya que también egresó de la Facultad”.
Ameri dijo que este gesto “es como que estimula también al resto de nuestros estudiantes para que puedan seguir estudiando. Más que nada, al margen de lo que elijan, al margen de las universidades o los institutos terciarios que elijan, me parece que es importante generar la conciencia ciudadana y que el espacio de la escuela sea un espacio en el que eso suceda. Que la discusión suceda, que el aprendizaje suceda, que la práctica de la empatía, que la mirada del otro, de ese otro que es radicalmente diferente de mí, pero a través del cual me pueda encontrar, que podamos ser generosos, que podamos ser no solo tolerantes, sino hospitalarios”.
“Me parece que el desafío nuestro, dentro de las tres instituciones, no importa la edad que tengan los estudiantes, los y las estudiantes, me parece que lo importante es focalizar en eso. A veces lo académico queda corto o lo aprendes en cualquier lado, pero lo humano no. Entonces creo que en este recorrido de 30 años van cambiando los tiempos, van pasando los gobiernos y me parece que es bueno pensarlo siempre desde la mirada del hoy”.
Un esfuerzo pionero
El ingeniero Francisco Javier Álvarez, quien también es Vicedeano de la UTN, destacó la importancia de los alumnos en la formación del docente y la satisfacción de verlos egresar como profesionales, tras años de convivencia en la institución, es motivo de orgullo y gratitud para todos los que participan en su proceso educativo.
Valoró el enorme esfuerzo que hicieron al inicio del proyecto educativo de Nivel Inicial, Nivel Primario y Nivel Secundario. “En los primeros tiempos, los muchachos de FUNDATEC -porque en ese momento nosotros estábamos para hacer todos estos emprendimientos- habíamos colaborado un poco y había 17 alumnos de la tecnológica que junto conmigo salíamos a hacer mantenimiento de edificios públicos en ese momento y con lo que nosotros íbamos ganando se iban también pagando las cuotas del Offen (el edificio de la actual sede de la UTN) pero eso no sólo estábamos divididos en dos turnos de seis horas cada uno -de 6 a 12 y de 12 a 18- y en la mañana trabajaba un turno a la tarde trabajaba otro y cuando llegó el momento de habilitar y armar las aulas y todo eso yo estaba devastado porque no nos daban los tiempos para hacer mantenimiento y poder también ponerle un poco de ganas al colegio para que el colegio funcionara y ahí los alumnos mismos me dijeron a mí mira por favor vamos a trabajar en doble turno gratis y los chicos empezaron a montar todas las aulas y así estuvimos trabajando seis meses con en doble jornada todos y solamente con el objetivo de que el colegio empezara a funcionar en tiempo y forma cuando empezaron las clases y si antes pasamos un lugar chiquitito”.
El ingeniero Álvarez expresó la gratitud hacia los alumnos y el orgullo por la evolución de la institución tras 42 años como parte de ella, siendo director durante 24 años, generando emotividad y agradecimiento por el desarrollo de profesionales.
“Creo que todos hemos sentido esto. Hoy, cuando hice la presentación esta mañana en el colegio, le terminé diciendo a los alumnos que gracias a ellos nosotros estamos donde estamos. Si nosotros no tuviéramos alumnos, no seríamos docentes. Por lo tanto, uno debe todo esto a la gente que todos los días confía en nosotros para poder formar a sus hijos. Y nuestra máxima satisfacción es cuando los chicos vuelven, como los que tenemos ahora, como el que habló recién por teléfono, diciendo, no, mirá, yo ya me recibí de esto, yo me recibí de lo otro, soy un profesional y todo eso. Y ahí uno creo que tiene la segunda satisfacción más grande después de haberlos visto recibidos”.
“Lo más importante para nosotros es cuando el chico egresa después de haber convivido, no sé, algunos hasta 16 años dentro de la institución. Y quieran o no, eso es muy fuerte para nosotros. Yo en este momento cumplo 42 años dentro de la institución, primero en la Tecnológica y, o sea, pasé por todas las etapas. Y, bueno, en estos 42 años he visto tantas cosas ir evolucionando y de ser una institución con edificio compartido, hacer hoy una institución con un edificio de las características que nosotros tenemos, con radio propia y todo, uno se siente orgulloso de lo que ha hecho y uno no puede dejar de sentirse parte. Porque a mí me hablas del jardín y yo me siento parte del jardín, por más que no di clase nunca en el jardín. Pero lo hemos construido, lo hemos hecho y Gustavo (Tielens) hace un ratito decía, cuando yo cambiaba a tú, Gustavo era uno de los que trabajaba conmigo, Diego Castro era otro de los que trabajaban conmigo. Y de todos esos chicos que fueron hoy, de los 17, si bien fueron cambiando también, no sé, pero debe haber unos, de los 17 debe haber 20 que son profesionales más o menos porque se fueron rotando. El número siempre era 17, pero fueron cambiando. Y desde Mondo, Juárez, Giovannoni, Tielens, Pinto, todos, gente que hoy ya es toda profesional y todos empezaron cambiando tú conmigo, arreglando equipo de calefacción. Y de eso, haberlo después transformado ese trabajo en un colegio y después, bueno, tener la oportunidad de ya hace 24 años que soy el director del colegio (CIERG), para mí no solo es emotivo, sino que además es inolvidable, es imborrable”, concluyó emocionado.