BUENOS AIRES.- Tras el fin de semana largo de Pascuas, los consumidores se enfrentarán a un nuevo aumento en los precios de la nafta y el gasoil, que se estima será de aproximadamente un 5%. Este incremento se debe a una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) según el cronograma definido por el Gobierno, así como al impacto del deslizamiento del dólar oficial en los costos del sector.
El ICL estuvo congelado desde mediados de 2021 hasta febrero pasado, cuando comenzó a aplicarse la primera de cuatro cuotas de incremento en base a la inflación trimestral de 2021 y 2022. El objetivo del Ministerio de Economía es sumar 0,5 puntos del PBI adicionales este año por este concepto para compensar el intento fallido en el Congreso de subir retenciones.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), la cuota del ICL que se aplicará a partir del próximo mes corresponde a un monto fijo de $34, lo que elevará el tributo desde $89 a $132 por litro, representando un aumento del 35%. Además, se espera que las petroleras trasladen también el impacto del deslizamiento del tipo de cambio oficial, que es del 2% mensual, a los precios en surtidores.
El aumento en los precios de los combustibles podría no detenerse aquí, ya que las petroleras podrían buscar subas adicionales para avanzar en el objetivo de igualar los precios finales a los de importación, una meta perseguida especialmente por YPF, que concentra el 60% del mercado local. Sin embargo, el Ministerio de Economía ha pedido avanzar más lentamente en este camino, priorizando la desaceleración de la inflación.
En este contexto, se espera que el consumo de combustible continúe en declive, como lo demuestran datos recientes. Un informe de Politikon Chaco, basado en datos de la Secretaría de Energía, reveló que las ventas de combustible en todo el país alcanzaron su punto más bajo en febrero, desde julio de 2021, con un retroceso del 4% respecto al mismo período del año anterior y una caída del 7% en comparación con enero de 2024.
Asimismo, los aumentos en los precios han generado una migración de la demanda a segmentos más económicos, con un mayor volumen de ventas de naftas en comparación con el gasoil. Sin embargo, dentro de cada segmento se observan variaciones significativas, con un crecimiento en las ventas de nafta súper pero una marcada caída en las ventas de nafta premium y gasoil premium.
Lo cierto es que los consumidores enfrentarán un nuevo aumento en los precios de la nafta y el gasoil después del fin de semana largo de Pascuas, impulsado por la actualización del impuesto a los combustibles y el deslizamiento del dólar oficial, lo que podría impactar en el consumo y en la economía en general.