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Gripe y resfríos, tan comunes cuando llega el invierno

Llega el invierno y la gripe y resfríos son moneda corriente. Los estudiantes sufren los días de clases perdidos y los trabajadores, las complicaciones de no asistir a sus actividades. Pero con prevención, pueden evitarse. En este informe, la diferencia entre gripe y resfríos, métodos de prevención y la importancia del ejercicio físico para aliviar los síntomas.

El invierno fueguino es propicio para gripe y resfriados.
El invierno fueguino es propicio para gripe y resfriados.
Mientras durante el otoño y el invierno se registra una elevada incidencia de virus respiratorios encargados de generar las gripes y resfríos, luego como otras afecciones respiratorias más serias, el aumento de estas afecciones genera un enorme ausentismo escolar, causando decenas de días perdidos de clase en las escuelas fueguinas, como así también un elevado ausentismo laboral que genera cuantiosas pérdidas económicas.

Los virus de la gripe se transmiten generalmente mediante la inhalación de gotitas de saliva infectada que se encuentran en el ambiente, producto de los estornudos, tos y/o el habla habitual.

No obstante, se ha visto que la principal vía de contagio no es el aire, más bien las manos, debido a que el virus se propaga a través de las superficies que toca una persona infectada con el virus.

Un estudio realizado recientemente por científicos argentinos, encontró que los rinovirus (gérmenes de un resfriado) sobreviven en ciertos lugares del hogar como picaportes, controles remotos, puertas de refrigeradores, etc, desde donde son transmitidos fácilmente a otras personas, debido a que los gérmenes pueden pasar a los dedos con sólo tocar las superficies contaminadas.

Los gérmenes pueden ingresar a través de la boca o la nariz y con menos frecuencia por los ojos. Esto sucede luego de tocar superficies contaminadas con el rinovirus, que además pueden ser aspirados directamente desde un estornudo.

Otro estudio realizado hace un par de años indicó que los gérmenes de la gripe sobreviven en habitaciones de hoteles un día después de que los huéspedes se van y que luego son recogidos por los huéspedes próximos.

A pesar de que los científicos señalan que se necesitan más estudios para determinar si el tratamiento de las superficies en el hogar podría reducir la frecuencia de resfriados por rinovirus, algunas autoridades sanitarias han venido recomendando complementar la vacunación contra la gripe o influenza, con medidas de desinfección y limpieza que ayuden a frenar la propagación de los gérmenes causantes de la gripe.

Se estima que un 80% de los gérmenes de la gripe están instalados en el hogar, por lo que se recomienda observar un programa de higiene personal, desinfectar diversas áreas comunes en la casa, y además en los lugares de trabajo, escuelas, entre otros.

Diferencias entre gripe y resfrío


La gripe y el resfriado pueden ser muy similares. Esto hace que muchas veces nos sintamos confundidos y sin poder definir bien qué tenemos. Por eso es necesario destacar un par de diferencias entre gripes y resfriados y además conoceremos algunas maneras de aliviar sus síntomas.

Los síntomas principales del resfriado son la nariz congestionada, el dolor de garganta y los estornudos. La gripe, en cambio, deja como resultado cansancio, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza. De todas maneras la gripe puede llegar a conducir a problemas más serios como pulmonía o neumonía.

Generalmente en los resfriados no se tiene fiebre o por lo menos no más de uno o dos grados de la temperatura normal. La tos puede ser síntoma tanto de una como de otra. De todas maneras, si la tos es fuerte y no se va probablemente estemos hablando de una gripe.

Importante: la prevención


Es importante recordar la importancia de lavarse la nariz al notar los primeros síntomas: el primer estornudo sospechoso. Por ello, no deje de ir al baño y lavarse bien la nariz. También es muy importante mantener nuestras manos limpias.

Fortalecer sus defensas a los primeros síntomas: aprenda a sentir los más mínimos síntomas con los que inician los resfriados. Si lo consigue tendrá una batalla ganada. Tome un vaso caliente de leche con miel o un jugo de naranja con miel cada dos o tres horas hasta que desaparezcan los síntomas, ayudarán a prevenir.

Pies calientes. Vaya bien equipado allí abajo. No escatime en medios, póngase un doble par de medias si hace falta. Dentro o fuera de casa, no deje que se le enfríen los pies.

Siga una buena alimentación. Buenos hábitos alimenticios son fundamentales. No deje pasar muchas horas sin tomar nada. Desayune muy bien por las mañanas y en su alimentación coma muchas frutas y verduras, especialmente aquellas ricas en vitamina C.

Además, debe beber muchos líquidos, agua en abundancia, jugos e infusiones. No deje pasar una mañana o toda una tarde sin ingerir este tipo de líquidos. Por otro lado, es importante conseguir un ambiente húmedo ya que al parecer, si se reseca en exceso nuestra mucosa nasal hay más facilidad para que accedan los virus.

No olvide ventilar su casa y el sitio donde trabaja unos minutos diariamente y evitar espacios excesivamente cerrados con mucha gente. Debe renovar el aire que respira, cosa que alejará los resfriados.

Evitar cambios bruscos de temperatura es fundamental. Abrigarse bien cuando se salga a la calle y proceda de espacios con una calefacción muy alta. Además, y muy importante, no se automedique. Consulte a su médico si opta por tomar algún medicamento y tampoco utilice fármacos que se hayan seguido en tratamientos anteriores.

¿Descanso o ejercicio?


Cuando tenemos gripe o resfriado, ¿debemos descansar o podemos realizar ejercicio sin problemas? ¿Nos hará bien o será preferible quedarnos en cama?

El ejercicio fortalece nuestro sistema inmunológico. Por lo tanto permite combatir las infecciones más rápidamente. De esta manera no sólo puede combatir la enfermedad sino que también puede prevenir distintas recaídas ya que mantendrá sus defensas más fuertes.

De todas formas sólo será seguro realizar ejercicio cuando sus síntomas sean leves y tolerables como estornudos, nariz que gotea o congestionada o dolor de garganta. En cambio no será así cuando los síntomas sean más fuertes, por ejemplo: congestión en el pecho, tos, dolor de músculos, malestar o estomacal o fiebre. En este último caso podría deshidratarte así que no debe realizar actividad física.

Si los síntomas son leves y se siente bien ejercitándose continúe haciéndolo. En la medida que te sienta mal, bájele el ritmo de la intensidad o simplemente deje de hacerlo.

En el caso de que sus síntomas sean más fuertes es preferible que descanse para recuperar energías. Si tiene ganas de realizar ejercicio ponga atención a su cuerpo y consulte a su médico.

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