RIO GRANDE.- El reciente nombramiento de Moisés Solorza como coordinador de los servicios que brinda la empresa estatal Ushuaia Integral Sociedad del Estado (UISE) en Río Grande generó una fuerte polémica en Tierra del Fuego. La decisión del intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, de “blanquear” a Solorza despertó severos cuestionamientos por parte de empleados estatales y de otros sectores políticos y privados, quienes lo consideran un "ñoqui" sostenido con aportes provinciales.
La UISE, además de encargarse del transporte público en Ushuaia, tiene contratos para servicios de limpieza en la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) y en las oficinas de la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF) en Río Grande. Estas vinculaciones han sido señaladas como parte de presuntos negociados entre la Municipalidad de Ushuaia y el gobierno provincial, un esquema que, según denunciantes, se extendió al ámbito nacional durante la gestión de Alberto Fernández a través de la UNTDF.
Cabe destacar que la UISE, en principio, debería sostenerse con los aportes de los contribuyentes de Ushuaia. Sin embargo, con este tipo de contratos, tanto con la universidad como con la OSEF, se incorporan empleados estatales de toda la provincia al sostenimiento de una empresa que es netamente ushuaiense. Con el nombramiento de Solorza en Río Grande, la empresa pasó a ser financiada por contribuyentes de todo el estado, tanto provinciales como municipales, a través de una institución totalmente quebrada y debilitada como la OSEF. Esta situación ha incrementado la indignación, ya que evidencia que los sueldos de los militantes del sector del intendente Vuoto son financiados por toda la provincia mediante los aportes de los trabajadores estatales.
La administración provincial, comandada por el gobernador Gustavo Melella, también ha sido señalada como cómplice necesario para esta operatoria, lo que pone de manifiesto el vínculo entre el intendente capitalino y el gobernador de la provincia.
En el anuncio oficial, Vuoto expresó su confianza en la gestión de Solorza, destacando su potencial para fortalecer y expandir las unidades de negocio de la UISE en Río Grande. Sin embargo, detractores lo calificaron como el "Caballo de Troya" de Vuoto, en un intento por imponer su influencia política en la ciudad norte de la provincia, la cual contrasta radicalmente con Ushuaia, ya que Río Grande cuenta con una administración ordenada que trabaja en pos de mejorar la calidad de vida de su comunidad.
Cabe mencionar que el pasado de Solorza como secretario de Energía provincial durante el primer mandato de Gustavo Melella también fue objeto de críticas. En ese rol, señalan que no logró avances significativos para resolver la problemática energética de Ushuaia, pese a contar con un gobierno nacional alineado.
Por otra parte, la UISE enfrenta serios cuestionamientos por el deterioro de su servicio de transporte en Ushuaia, además de otras unidades de negocio que mantiene, como limpieza y seguridad de edificios. Los usuarios denuncian el mal estado de las unidades, muchas de las cuales se encuentran fuera de servicio, mientras que otras operan sin mantenimiento adecuado, generando riesgos para los pasajeros. Para paliar la situación, la empresa ha recurrido a combis en condiciones precarias, lo que ha profundizado el malestar ciudadano.
El nombramiento de Solorza y la situación de la UISE evidencian tensiones entre los distintos niveles de gestión pública en Tierra del Fuego, así como la necesidad de respuestas ante las demandas de transparencia y mejora en los servicios.