RIO GRANDE.- Un estudio reciente de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU) de Singapur alertó que el nivel global del mar podría aumentar hasta 1,9 metros para el año 2100, si las emisiones de dióxido de carbono continúan incrementándose. Este dramático pronóstico pone en jaque a cientos de ciudades costeras alrededor del mundo, incluidas aquellas situadas en siete provincias argentinas, que podrían quedar sumergidas.
El mapa interactivo desarrollado por la organización Climate Central reveló que las áreas afectadas en Argentina se concentran mayoritariamente en regiones frente al océano Atlántico y zonas cercanas a ríos principales.
Ciudades argentinas bajo amenaza
Las provincias en peligro son Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe. En Buenos Aires, el aumento del nivel del mar amenaza a destinos turísticos clave como Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell, así como a zonas del sur provincial, como Bahía Blanca.
El Delta del Río de la Plata también enfrenta un alto riesgo, especialmente en Ensenada, Quilmes y las islas de Tigre. En Entre Ríos, las ciudades situadas junto a los ríos Uruguay, Paraná Guazú y Paraná podrían desaparecer bajo las aguas.
En la región patagónica, las amenazas se concentran en Santa Cruz y Chubut, donde localidades como Comodoro Rivadavia, Rawson y Rada Tilly podrían quedar sumergidas. En Tierra del Fuego, el impacto podría sentirse en zonas de Río Grande, mientras que en Río Negro, la ciudad de Viedma estaría en peligro.
El estudio, un modelo innovador y alarmante
La investigación de la NTU destaca por su enfoque de “fusión”, que combina múltiples métodos de proyección climática con opiniones de expertos. Este modelo permite integrar datos sobre el derretimiento de glaciares, el colapso de plataformas de hielo y otros fenómenos relacionados con el cambio climático.
En escenarios de bajas emisiones, el aumento del nivel del mar podría limitarse a entre 0,3 y 1 metro. Sin embargo, en un escenario de altas emisiones, las proyecciones alcanzan hasta 1,9 metros, lo que representa una amenaza directa para la infraestructura y las comunidades costeras.
Uno de los autores del estudio es Benjamin Grandey y aseguró que este enfoque “aborda una cuestión clave, que es la variabilidad en las proyecciones del aumento del nivel del mar". Esto se debe a que “combina diferentes métodos”, lo que logra “estimaciones más confiables”, a partir de las cuales "se cuantifica un rango y muy probable del aumento futuro”.
El director del Observatorio de la Tierra de Singapur en la NTU, Benjamin Horton, enfatizó la necesidad de actuar de manera urgente. “Al estimar la probabilidad de los resultados más extremos, subrayamos los graves impactos del aumento del nivel del mar en las comunidades costeras, la infraestructura y los ecosistemas. Es fundamental reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar esta crisis climática”, afirmó.