RIO GRANDE.- En Tierra del Fuego, la escasez de combustible, si bien no ha alcanzado la gravedad vista en otras regiones del país, comenzó a hacerse notar, especialmente en Río Grande. A pesar de que la disminución en el consumo interanual fue del 10%, los problemas de suministro también afectaron a nuestra provincia.
Las estaciones de servicio aún no cerraron como en otras áreas, pero comenzaron a resentirse en la disponibilidad de combustibles, especialmente en lo que respecta a la nafta premium y el diesel de alto octanaje. El cupo impuesto por YPF llevó a reducciones de hasta un 50% en la demanda habitual y han agotado los suministros en ocasiones y comenzó a verse camiones a la espera de reposición.
La dificultad principal radicó en las restricciones a la importación debido a las limitaciones en la compra de divisas extranjeras. Según algunas fuentes, barcos en el puerto de Buenos Aires se vieron impedidos de descargar debido a incumplimientos en el pago en dólares de los costos asociados.
Aunque la situación en Tierra del Fuego no es crítica, existen preocupaciones sobre su impacto durante la temporada vacacional o el aumento del tráfico de camiones hacia la provincia.
Según las últimas informaciones, la disponibilidad de nafta no fue tan apremiante como la de diesel, que fue ampliamente utilizado por la policía, servicios de seguridad y el transporte de mercaderías dentro y fuera de la provincia. Las quejas de las empresas de transporte ya se hicieron sentir, ya que las demoras en la entrega de combustible afectaron significativamente la circulación de sus camiones.